junio 28, 2011

La Imagen del Universo - Silo




              Estamos acostumbrados a pensar el tiempo en Las cosas, Ahora vamos a intentar pensarlo independientemente de las cosas, recordando que si nuestro pensamiento se mantiene en Los límites habituales, no podrá abocarse a la comprensión global.

              El universo es un corto chispazo entre el " antes" y el "después ".
             
              Antes del Universo existía el tiempo, siempre limitado y distinto.

              Jamás existió el tiempo eterno, por eso, es que el tiempo que ha pasado ha de        
volverse a repetir .

              El tiempo es como una moneda, que luego de ser arrojada en cientos de casos, repite sus dos caras el mismo número de veces .

              A ese tiempo limitado y siempre cambiante respecto a su momento anterior le asignamos “curvatura".

              Decimos que el tiempo es curvo, porque en su continua diferenciación y por su límite de posibilidades, vuelve a repetirse .

              En el interior de una célula hay movimiento, pero él es relativo a la célula hasta el momento en que la diferenciación interna y por variaciones de energía, rompe la estructura. El sistema de la célula ha comenzado aparentemente a romperse por diferenciación interna, cuando las variaciones externas a las que está sometida dicha célula, porque sucede que el pequeño sistema está sometido a un sistema mayor, vale decir, que la destrucción interna comienza a apoderarse por influencia exterior En este sentido, lo exterior y lo interior, no son tan distintos como a primera vista parece . Lo interior y lo exterior, lo alto y lo bajo, lo bello y lo feo, lo masculino y lo femenino, etc., no se oponen ni se distancian entre si, sino que se buscan y complementan si se los ve dentro de un sistema mayor . Son Las funciones de un sistema que es necesario aprender a descubrir .

              Cuando un globo lleno de hidrógeno asciende a grandes alturas estalla, sucede así, porque varia la tensión exterior, al disminuir la presión atmosférica .

              Es el movimiento de los elementos de un sistema, relativo al sistema que incluye, igual que el movimiento de los pasajeros de un tren que se desplaza .

              En el universo, ningún fenómeno posee movilidad aislada, sino estructural.

Esta en contacto con todo el universo, porque él mismo, es función del tiempo que es el sistema mayor.

              En el interior del sistema solar hay variaciones, y éstas existen gracias a otros sistemas.

              Hay que entender toda variación en relación, en estructura. Del mismo modo, la interpretación de la conciencia humana o de cualquier fenómeno histórico no podrá hacerse sino mediante comprensión de estructura .



junio 23, 2011

El Punto de Vista - Silo



Filosofía: El Punto de Vista 

Antes de hacer filosofía es necesario estudiar el lugar en que está colocado, la posición que tiene el que investiga, frente al objeto en cuestión . Es decir, para hacer filosofía, es importante advertir que siempre existe una posición, anterior a la filosofía misma . Siempre se hace algo o se estudia algo desde el punto de vista, desde una posición. Por cierto, cualquier objeto es distinto en nuestros ojos, según lo veamos des de un lugar u otro.

En realidad no puede apreciársela por completa sino en algunas de sus partes. Si se quiere ganar conocimiento de detalle, se pierde el conjunto y sí a la inversa, se pierden Los detalles.

Frente a un mismo campo, el labriego, el aviador y el astronauta, ven realidades distintas .El labriego aprecia Los detalles inmediatos del campo que trabaja. El avia­dor comprende Los límites del campo . Puede relacionar distintos espacios porque ob­serva sus límites. El astronauta pierde ya, Los mismos límites y obtienen una visión de estructura total.

La visión que tenemos de Los objetos varía según nuestra posición en el espacio y también en el tiempo. Esto quiere decir que vamos advirtiendo nuevas características, según nos desplazamos y según adquirimos experiencia.

No basta pues, con moverse de lugar, es necesario además recordar Las cosas vis­tas. ¿Cómo podrá el astronauta poseer una visión de conjunto, si no recordara los ele­mentos que va dejando atrás en el camino? Podrá dar mil vueltas al rededor de la tierra sin jamás construir su imagen.

Por otra parte es un error decir que conocemos totalmente un objeto por simple que éste sea. La profundización continúa de la ciencia y el reemplazo de Las teorías viejas par las nuevas, niega aquello.

Es así, que la realidad, poblada de objetos, no puede ser apresada totalmente, ya que nuestros sentidos y nuestra experiencia, son limitados.

Los aparatos, permiten advertir otros caracteres que los sentidos sin ayuda, no perciben. La memoria sirve también a la acumulación de los datos experimentados Si fuera de otra manera, el hombre no necesitaría de aparatos, ni de memoria. En otro orden de cosas no necesitaría de la experiencia histórica de generaciones anteriores, ni de lenguaje.

              Frente al mismo objeto, tres hombres advierten distintas cualidades, ya que su proposición  y su experiencia son también distintas. Y si embargo, aunque sus puntos de vista sean diversos, son igualmente auténticos. Es así que no existe punto de vista falsos.




junio 19, 2011

De La Mirada Interna - Silo


 De: Comentarios a El Mensaje de Silo     


¿Por qué el Libro lleva por título “La Mirada Interna”? ¿Es que acaso el órgano de la visión no está colocado  para atisbar el mundo exterior, como si fuera una ventana o dos si fuera el caso; no está colocado para abrirse cada día al despertar de la conciencia? El fondo del ojo, recibe los impactos del mundo exterior. Pero a veces, cuando cierro los párpados, recuerdo al mundo externo, o lo imagino, o lo ensueño, o lo sueño. A este mundo lo veo con un ojo interior que también mira en una pantalla pero que no es la correspondiente al mundo externo.

Mencionar una “mirada interna”, es implicar a alguien que mira y a un algo que es mirado. Sobre esto trata el Libro y su título pone de relieve una imprevista advertencia de confrontación con lo ingenuamente admitido. El título del Libro resume estas ideas: “hay otras cosas que se ven con otros ojos y hay  un observador que puede emplazarse de un modo diferente al habitual” Debemos, ahora, hacer una pequeña distinción.

Cuando digo que “veo algo”, anuncio que estoy en actitud pasiva respecto de un fenómeno que impresiona mis ojos. Cuando, en cambio, digo que “miro algo”, anuncio que oriento mis ojos en una determinada dirección. Casi en el mismo sentido, puedo hablar de “ver interiormente”, de asistir a visiones internas como las del divagar, o las del soñar, distinguiéndolo del “mirar interno” como dirección activa de mi conciencia. De ese modo, puedo hasta recordar mis sueños, o mi vida pasada, o mis fantasías y mirarlas activamente, iluminarlas en su aparente absurdidad, buscando dotarlas de sentido. La mirada interna es una dirección activa de la conciencia. Es una dirección que busca significación y sentido en el aparentemente confuso y caótico mundo interno. Esa dirección es anterior aún a esa mirada, ya que la impulsa. Esa dirección permite la actividad del mirar interno. Y si se llega a captar que la mirada interna es necesaria para develar el sentido que la empuja, se comprenderá que en algún momento el que mira tendrá que verse a si mismo. Ese “si mismo” no es la mirada, ni siquiera la conciencia. Ese “si mismo” es lo que da sentido a la mirada y a  las operaciones de la conciencia. Es anterior y trascendente a la conciencia misma. De un modo muy amplio llamaremos “Mente” a ese “si mismo” y no lo confundiremos con las operaciones de la conciencia, ni con ella misma. Pero cuando alguien pretende apresar a la Mente como si fuera un fenómeno más de la conciencia, aquella se le escapa porque no admite representación ni comprensión.

La mirada interna deberá llegar a chocar con el sentido que pone la Mente en todo fenómeno, aún de la propia conciencia y de la propia vida y el choque con ese sentido iluminará a la conciencia y a la vida. Sobre esto, trata el Libro en su núcleo más profundo.

A todo lo anterior nos lleva la reflexión sobre el título de la obra. Pero al entrar en ella, en el primer parágrafo del primer capítulo, se nos dice: “Aquí se cuenta cómo al sin sentido de la vida se lo convierte en sentido y plenitud”. Y en el parágrafo 5, del mismo capítulo, se aclara: “Aquí se habla de la revelación interior a la que llega todo aquel que cuidadosamente medita en humilde búsqueda”.

Queda marcado el objetivo, convertir el sinsentido de la vida en sentido. Y además, está trazado el modo de llegar a la revelación del sentido en base a una cuidadosa meditación.




                                            Silo -  Centro de Estudios de Punta de Vacas  03/ 03/ 2009.




junio 14, 2011

La Reconciliación no es recíproca - Silo



 Palabras de Silo en el Parque Punta de Vacas con motivo de las Jornadas de Experiencia.



Queridas amigas, queridos amigos, peregrinos y visitantes del Parque Punta de Vacas. Quisiera tocar el núcleo principal de estas jornadas que está dado por la Reconciliación como experiencia espiritual profunda. Pero sé que sabrán perdonarme si hago un rodeo postergando el tema por unos minutos, a fin de ambientar esta situación un tanto extraordinaria que estamos viviendo.

Solamente cuatro veces en casi cuarenta años, nos hemos comunicado publicamente desde aquí, desde este desolado paraje montañoso. La primera vez lo hicimos en 1969. Y hoy vemos unas estelas grabadas en distintos idiomas, que recuerdan lo dicho en aquella oportunidad. Allí está la síntesis de un sistema de pensamiento y acción que se fue expresando de distintas maneras, en distintos tiempos y en distintos lugares del mundo. En aquella época se habló de las diferencias que existían entre el dolor físico y el sufrimiento mental. Y se consideró a la Justicia y a la Ciencia, volcadas totalmente hacia el progreso de las sociedades, como únicos caminos para mitigar y hacer reroceder el dolor de nuestros cuerpos. Pero ocurría con el sufrimiento mental, distinto al dolor físico, que no se lo podía hacer desaparecer por el solo concurso de la Justicia y de la Ciencia. El contínuo empeño aplicado en hacer avanzar la Ciencia y la Justicia en las sociedades humanas dignificaba a las mejores causas. Igualmente, al tratar de vencer el sufrimiento mental, se hacía un esfuerzo tan importante como el aplicado en vencer el dolor. Desde entonces predicamos que los esfuerzos para superar el dolor y el sufrimiento son los más dignos esfuerzos de la empresa humana.

Con cientos de miles de amigos entrañables, nos dimos a la tarea de humanizar la Tierra. ¿Qué ha sido para nosotros "Humanizar la Tierra"? Ha sido poner como máximo valor la libertad humana y como máxima práctica social la no discriminación y la no violencia. Al tratar de humanizar la Tierra no nos excluíamos de las obligaciones que reclamábamos a otros. De hecho, nos imponíamos como norma de conducta la exigencia de tratar a los demás como queríamos ser tratados.  Ahora hemos propuesto hacer un alto en el camino de la humanización para refllexionar sobre el sentido de nuestra existencia y de nuestras acciones. Hemos peregrinado a este paraje desolado buscando la Fuerza que alimente nuestra vida, buscando la Alegría del hacer y buscando la Paz mental necesaria para progresar en este mundo alterado y violento. En estas Jornadas estamos revisando nuestras vidas, nuestras esperanzas y también nuestros fracasos con el fin de limpiar la mente de toda falsedad y contradicción.   Tener la oportunidad de revisar aspiraciones y frustraciones es una práctica que aunque fuera por una sola vez en la vida, debería efectuar todo aquel que busca avanzar en su desarrollo personal y en su accion en el mundo. Estos son días de inspiración y reflexión. Estos son días de Reconciliación. Reconciliación sincera con nosotros mismos y con aquellos que nos han herido. En esas relaciones dolorosas que hemos padecido no estamos tratando de perdonar ni ser perdonados. Perdonar exige que uno de los términos se ponga en una altura moral superior y que el otro término se humille ante quien perdona. Y es claro que el perdón es un paso más avanzado que el de la venganza, pero no lo es tanto como el de la reconciliación.

Tampoco estamos tratando de olvidar los agravios que hayan ocurrido. No es el caso de intentar la falsificación de la memoria. Es el caso de tratar de comprender lo que ocurrió para entrar en el paso superior de reconciliar. Nada bueno se logra personal o socialmente con el olvido o el perdon. ¡Ni olvido ni perdon! porque la mente debe quedar fresca y atenta sin disimulos ni falsificaciones. Estamos considerando ahora el punto más importante de la Reconciliación que no admite adulteraciones. Si es que buscamos la reconciliación sincera con nosotros mismos y con aquellos que nos han herido intensamente es porque queremos una transformación profunda de nuestra vida. Una transformación que nos saque del resentiminto en el que, en definitiva, nadie se reconcilia con nadie y ni siquiera consigo mismo. Cuando llegamos a comprender que en nuestro interior no habita un enemigo sino un ser lleno de esperanzas y fracasos, un ser en el que vemos en corta sucesión de imágenes, momentos hermosos de plenitud y momentos de frustración y resentimiento. Cuando llegamos a comprender que nuestro enemigo es un ser que también vivió con esperanzas y fracasos, un ser en el que hubo hermosos momentos de plenitud y momentos de frustración y resentimiento, estaremos poniendo una mirada humanizadora sobre la piel de la monstruosidad.

Este camino hacia la reconciliación no surge espontaneamente, del mismo modo que no surge espontaneamente el camino hacia la no violencia. Porque ambos requieren de una gran comprensión y de la formación de una repugnancia física por la violencia.

No seremos nosotros quienes juzgaremos los errores, propios o ajenos,  para eso estará la retribución humana y la justicia humana y será la altura de los tiempos la que ejercerá su dominio, porque yo no quiero juzgarme ni juzgar... quiero comprender en profundidad para limpiar mi mente de todo resentimiento.

Reconciliar no es olvidar ni perdonar, es reconocer todo lo ocurrido y es proponerse salir del círculo del resentimiento. Es pasear la mirada reconociendo los errores en uno y en los otros. Reconciliar en uno mismo es proponerse no pasar por el mismo camino dos veces, sino disponerse a reparar doblemente los daños producidos. Pero está claro que a quienes nos hayan ofendido no podemos pedirles que reparen doblemente los daños que nos ocasionaron. Sin embargo, es una buena tarea hacerles ver la cadena de perjuicios que van arrastrando en sus vidas. Al hacer esto nos reconciliamos con quien hayamos sentido antes como un enemigo, aunque esto no logre que el otro se reconcilie con nosotros, pero eso ya es parte del destino de sus acciones sobre las que nosotros no podemos decidir.

Estamos diciendo que la reconciliación no es recíproca entre las personas y también que la reconciliación con uno mismo no trae como consecuencia que otros salgan de su círculo vicioso aunque se pueden reconocer los beneficios sociales de semejante postura individual.

El tema de la reconciliación ha sido central en nuestras jornadas pero seguramente otros muchos avances habremos logrado al peregrinar fisicamente en un paisaje desconocido que  habrá despertado paisajes profundos. Y esto siempre será posible si el Propósito que nos mueve a peregrinar es una disposición hacia la renovación, o mejor aún, una disposición hacia la transformación de la propia vida.

En estos días hemos pasado revista a las situaciones que consideramos más importantes en nuestra vida. Si hemos localizado tales momentos y hemos paseado por ellos la reconciliación limpiando los resentimientos que nos atan al pasado, habremos hecho una buena peregrinación hasta la fuente de la renovación y la transformación.

No olvidemos las pequeñas frases que han surgido en nuestro interior, no olvidemos las ocurrencias que nos han llegado subitamente, no dejemos de anotar algunas verdades que hemos logrado barruntar por que las hemos visto danzar brevemente en nuestro caminar o porque las hemos visto en nuestros sueños reparadores después de nuestro peregrinaje. Estas frases, estas ocurrencias y estas verdades danzarinas son inspiraciones que estamos prestos para agradecer y son inspiraciones que nos invitan a ir más allá en nuestras experiencias no solamente de reconciliación sino de superación de las contradicciones, de las debilidades y de los temores.

Hago votos para que las búsquedas y los encuentros nos inflamen y nos motiven muy profundamente.

Para teminar debo decir que reconozco y quiero compartir con todos esta situación que es similar a la que hemos descrito en una de nuestras Experiencia Guiadas...” Regreso al mundo con la frente y las manos luminosas. Así pues, acepto mi destino. Allí están el camino y yo, humilde peregrino que regresa a su gente. Yo que vuelvo luminoso a las horas del día rutinario, al dolor del hombre, a su simple alegría. Yo que doy de mis manos lo que puedo, que recibo la ofensa y el saludo fraterno, canto al corazón que del abismo obscuro renace a la luz del ansiado Sentido”.


Silo Punta de Vacas 2007.



junio 09, 2011

La superación del sufrimiento humano - Silo







Extracto de: Charla de Londres, 15 de mayo de 1975

Todo nuestro trabajo no está apoyado ni en el doble ni en el espíritu, está apoyado en el problema del sufrimiento humano. Nuestra preocupación está puesta en el sufrimiento humano y cómo superarlo. Ahí es donde ponemos nosotros el interés.
Desde muy antiguo ustedes saben que ese ha sido el problema. Desde muy antiguo se han dado soluciones distintas. Algunos dijeron que la percepción lleva a la imaginación, y la imaginación al deseo, y el deseo al encadenamiento y, por lo tanto, al sufrimiento.
Para suprimir el sufrimiento unos dijeron que no había que percibir cosas, entonces muchos de ellos se encerraron en cavernas, otros taparon sus ojos y sus oídos, otros hicieron ciertos tipos de yoga para dominar su cuerpo con el fin de que no percibieran. Algunos para entrenar a su propio cuerpo utilizaron castigos: dejaron sus cuerpos sin comer, sin beber, se acostumbraron al frío y a los calores excesivos por las distintas vías del faquirismo. Algunos quedaron ciegos mirando al sol, otros dejaron sus cuerpos rígidos sin poderlos mover y fueron convirtiendo a sus cuerpos en objetos, a fin de que las sensaciones, las percepciones, no perturbaran sus mentes. Aún en la actualidad existen otras escuelas faquiristas, y no crean que existen sólo en la India. Hoy existen monasterios cristianos en donde algunas religiosas se encierran por toda su vida en una pieza y no hablan con nadie, no toman contacto con la naturaleza prácticamente. De manera que muchos trataron de suprimir el sufrimiento suprimiendo la percepción.

Otros fueron más adentro y dijeron: es la imaginación el problema. No importa, entonces, percibir el mundo, basta que luchemos contra la imaginación a fin de que las cosas que vemos no nos hagan imaginar otras cosas; entonces estructuraron muchas técnicas para taponar la imaginación. Entonces la gente se volvió estéril, entonces no generó ninguna cosa, entonces perdió el gusto por la creatividad y el arte, porque todo aquello era imaginación y la imaginación lleva al deseo y éste al sufrimiento.
Otros se preocuparon por el problema del deseo, yendo más adentro, y dijeron: no hay que desear, porque si deseamos algo eso nos va a crear contradicción. La mejor forma de no desear nada es no querer nada tampoco, entonces ellos se entrenaron en no querer nada. Y entonces estuvieron mucho tiempo sometidos al temor de desear algo, entonces se fueron encerrando en sí mismos, se fueron contrayendo; de manera que bastaba que alguna cosa les gustara un poco para sufrir instantáneamente la sensación de pecado.

De manera que en un caso, en el otro o en el otro, en todos funcionó la represión como sistema. Funcionó básicamente la palabra No, funcionó la palabra prohibido, funcionó en definitiva la represión. Frente a un objeto que me es placentero, si yo niego ese objeto, aunque haya sacado ese objeto sigo relacionado con él; luego me preocupo por no haber tomado ese objeto. De manera que aunque tenga el objeto o que el objeto desaparezca siempre estoy ligado a él. Entonces continuamente sufro el péndulo interno: estar adherido a ellos y luego rechazar esos objetos. Entonces, si yo me planteo eso de desadherirme de los objetos en realidad me crea un péndulo interno. Es muy distinto decir que frente al objeto placentero yo tomo al objeto placentero a decir yo ando buscando al objeto. Buscar al objeto placentero es lo que me crea contradicción, es la búsqueda de la imaginación la que trae contradicción, no es el placer el que trae contradicción. Cuando ustedes comen algo que les agrada no sufren contradicción, ustedes sufren contradicción cuando andan buscando continuamente aquello que les agrada. De manera que la contradicción no está en el placer sino en la búsqueda del placer. El sufrimiento está en la búsqueda del placer, no en el placer en sí.

Lo más que puede suceder en el placer es que esta tensión luego se descargue. En realidad, a ustedes les agrada comer ciertos alimentos cuando tienen hambre, en primer término porque tienen grabaciones de objetos similares y reconocen el gusto y, en segundo término, porque el reflejo del hambre es un reflejo visceral, es una excitación biológica, y al llenar ustedes el buche con el alimento saturan esa excitación biológica. De manera que siempre funciona en el sistema de placer la tensión y la relajación. Incluso una situación dolorosa se convierte en placentera cuando retiramos el factor dolor: esa espina que está provocando el dolor, al ser retirada se siente placer; no es que estemos en una situación de placer, estamos en una situación de dolor, que al ser retirado se experimenta el placer.
De manera que si se ve correctamente este péndulo entre placer y dolor, entre la tensión y la relajación, se pueden comprender muchos fenómenos de la vida diaria. En ningún caso provoca contradicción sacarse la espina, tampoco provoca contradicción el comer, sí provoca contradicción el buscar a toda costa cómo eliminar las tensiones internas. Entonces estamos en un círculo vicioso: nosotros buscamos aquello que nos quita la tensión, pero ponemos toda nuestra tensión en buscar eso. Entonces se produce un circuito de retroalimentación. Porque nosotros vamos alimentando con nuestras tensiones la búsqueda del placer, al aumentar la búsqueda del placer aumentan también nuestras tensiones internas y, entonces, en lugar de ir de un sistema de tensión a otro de relajación vamos a un sistema de tensión en aumento. Al aumentar ese sistema de tensión aumenta nuestra agresividad y aumenta nuestra contradicción interna.

Cuando nosotros hablamos de contradicción siempre lo distinguimos de lo que llamamos inconveniente o problema. Nuestro problema no es acabar con los inconvenientes y los problemas de la vida diaria; muchos de estos inconvenientes son incluso estímulos para que nos movamos en una dirección positiva. Nosotros consideramos a los inconvenientes como factores que, de todas maneras, no nos impiden desarrollarnos. Cuando un inconveniente nos coloca en un círculo vicioso, cuando tenemos la situación interna de que no hay salida de esa situación en que estamos, cuando no podemos movernos a ninguna dirección, decimos que estamos sumidos en la contradicción. Lo característico de la contradicción es el sentimiento de no salida, es el sentimiento de repetir situaciones; no es eso lo característico del problema o inconveniente diario.

Mucha gente cree que cualquier problemita le genera contradicción, entonces como todo le genera contradicción tiene que vivir dentro de una vitrina, y parece que el vivir dentro de una vitrina le genera contradicción ... Hay una gran diferencia en esto de los inconvenientes, que si los agrandamos convertimos a la gente en temerosa, pusilánime. De manera que hemos llegado a este punto: a hablar del sufrimiento referido a la contradicción.
Nuestro problema es el problema del sufrimiento humano, y la ruptura del sufrimiento tiene que ver con la ruptura de la contradicción. Nuestro trabajo interno, la aplicación de determinados principios en la vida diaria, pretende, con suavidad, amablemente, sin violencia interna, ir rompiendo con las contradicciones a las que estamos sometidos. Nosotros no planteamos el trabajo interno con violencia, no creemos que se pueda salir de la contradicción de un día para el otro; nosotros creemos que se pueden abrir, en cambio, brechas, rumbos frente a la contradicción.
En esta época en que vivimos, tan vistosa, tan llena de efectos, de fenómenos tan espectaculares, semejantes planteos no tiene ningún sabor, ninguna cosa interesante. Quiero decir que en épocas espectaculares ¡los planteos tienen que ser espectaculares! Es interesante disfrazarse, es interesante importar gurúes, es importante rodearse de halos misteriosos, porque eso puede competir con todos los artículos de la sociedad de consumo, pero de ninguna manera puede competir con ellos un planteo tan humilde como el que venimos haciendo. Parece, entonces, que nuestro planteo no es un planteo de competencia, es más bien un planteo suave, de buena voluntad, que ni siquiera sirve para todas las personas sino que sirve para unas pocas que son también como humildes internamente. Los planteos brillantes son para gente brillante, los planteos humildes son para gentes humildes.
Es un poco lo que pasa con nuestras proposiciones: cuando se nos dice que nuestros planteos no son originales para nada, y cuando se nos dice que no hemos inventado ninguna cosa, nosotros creemos que ellos tienen razón; tienen sobre todo razón en que éstos no son planteos nuevos, y, además, tienen mucha razón en no aceptarlos para su propia vida, pero por lo menos podrían considerar que a lo mejor para nosotros nos sirven.
Es que nosotros no queremos avanzar sobre nadie, nosotros queremos resolver nuestro problema de contradicción, y eso es todo. Y luego no nos culpen si no somos más brillantes, porque esa no es la intención. Cuando una persona suma dos más dos igual cuatro, no es correcto que venga otra persona a pedirle que haga raíces cuadradas. Está bien. Cada uno con sus medidas. Por eso hemos dicho que nuestros planteo es más bien para los que llevan el fracaso en su interior. No es para gente triunfadora. Es para la gente que se reconoce contradictoria, que se reconoce fracasada. Fíjense que a nadie le gusta reconocerse fracasado internamente. ¡Ya ven ustedes por qué somos tan pocos! Somos tan poca gente porque hay pocos fracasados, o a lo mejor hay muchos fracasados pero pocos que se consideran así.
Esto del fracaso parece una idea de algún interés, porque hasta tanto uno no se considere seriamente que no tiene salida y que su vida es un círculo vicioso, que su vida es una continua contradicción, ya sin sentido, hasta entonces uno no puede trabajar seriamente. No es más que eso.


junio 04, 2011

El Destino Mayor - Silo


 (extracto del material homónimo realizado en Mendoza, el 20 de octubre de 1989).
 
 
 


Una vez en la vida o cada tanto tiempo, uno tiene que consultarse: ¿Qué quiero? ¿Qué dirección le quiero dar a mi vida? ¿Cual es mi “destino mayor”?

Las trabas que pone el sistema hacia eso conforman en síntesis muchos de los problemas de imagen de si.
Todas las falsas esperanzas son del sistema y cuando uno proyecta su vida como que su desarrollo personal depende de la pareja, la guita, la familia, las amistades, se va a traicionar.
Así que para trabajar la traición va a tener que reconocerse fracasado, pero ¿fracasado en que?, en que ha basado sus expectativas vitales en falsas esperanzas, en otro.
Eso jamás va a resultar, porque ha basado su proyecto vital en el proyecto del otro, eso es cosificarse y cosificar al otro.

La compensación de la traición son las falsas esperanzas.
Y la mayor de las traiciones es no reconocerse, individuo con infelicidad capaz de transformarse. Y lo primero que hay que transformar es la dirección que uno tiene. Ahí aparece la resistencia: si uno transforma o se dedica a trabajar la traición, el temor o la dirección ¿tiene que destruir todo lo que ha construido?

No es así, uno al trabajar eso direcciona nuevamente todo lo que ha construido. Lo que no interesa lo deja, pero lo que interesa continua.
Si nosotros como conjunto humano, como individuos dentro de un conjunto humano no avanzamos mas, es porque no sabemos lo que valemos. Realmente no lo sabemos.
Uno descubre que su destino mayor tiene que ver con el sentido de la vida, que es de uno hacia otros, y que la forma eficaz de llevarlo adelante es el manual de organización. O sea, el espíritu es la doctrina y la forma de implementarlo es el manual.
Actuamos según motivaciones, intereses y aspiraciones, las motivaciones vienen más bien de atrás, del pasado; las aspiraciones son aquellas cosas que desearía que fueran, aunque quizás no haga mucho al respecto. Los intereses tienen que ver mas con las conductas, y ellas denotan la dirección mental.

Si uno quiere transformar esa dirección debe conocerla.
Transformar puede ser reforzar alguna cosa y dejar otras que no intereses.
Ahora yo direcciono mi vida y el otro me jode. Cuando me soy fiel a mi mismo si el otro no cumple el acuerdo no me traiciona, en todo caso me libera del acuerdo.
No hay lugar al resentimiento. Yo avanzo y el otro se queda. Lo que haga es su problema, yo avanzo y si puedo le doy una mano.

Serse fiel, vencer los temores, las resistencias, aumentar la felicidad en uno y en los demás son obsesiones que se resuelven en una: Ser feliz, útil y libre. Aprender.

Puede ser que uno se sienta fracasado, que se sienta sumergido en la chatura, que todo se lo hacen a uno. En realidad el fracaso es por no poder volar por encima y empiezan las justificaciones.
Podría uno plantearse crecer mucho, rápido y bien, y se encaja eso en el corazón. Ahí se ve que no hay justificación que valga, ahí se ve que se ha fundado mucho en falsas esperanzas, en el trabajo, en la buena suerte, en la afirmación afuera.
Reconocer el fracaso en el corazón no es grave, es decir: Bueno, sincerémonos, estas son mis falsas esperanzas, estos son mis temores, en fin cosas terrenales. Afirmación, seguridad, errores de cálculo.

Nada grave, uno podría plantearse lo otro. Habrá que tener cuidado con la degradación, podría creerse que la Doctrina vale y lo que no sirve es uno como transmisor, eso se presta al chantaje, a no poder pedirle al otro que ponga dos monedas cuando uno le ha dedicado mucho tiempo.
Un año de trabajo con alguien no vale dos dólares: que vaya a pagarle a un sicólogo para que lo escuche.

Nuestra pretensión es superar el dolor y el sufrimiento en uno mismo y en los demás.