Aporte
sobre la Atención
Apunte
de una charla con Silo. Mendoza, septiembre 1989.
En una época de fuerte hipnosis como esta, la atención es un arma
formidable para contrarrestar la influencia del sistema, para descubrir sus
puntos débiles y elaborar los puntos de vista y los planteos que pueden
esclarecer a la gente para oponérsele al sistema.
Nuestra gente tiene que hacer un esfuercito en esa dirección. Es un gran
poder el conocimiento de uno mismo. Aumenta la reversibilidad, disminuye la
hipnosis, permite decidir.
Yo
lo escucho al pelafustán liberal, yo veo sus proclamas televisivas disfrazadas
de ideología y estoy atento. Yo se que estoy atendiendo; y el problema con la
atención dirigida, el problema para ellos, es que no pierdo mi referencia, no
soy chupado por las solicitudes sensoriales que se me presentan.
Conocemos un tipo de atención que es la atención cotidiana. La atención
que va en la dirección de los estímulos. Se produce un estímulo, yo atiendo.
Hago sonar un gong y el perro va a la comida.
Voy hacia las cosas según se solicite mi atención por algún estímulo
sensorial.
Conocemos otro tipo de atención. Hay muchos estímulos y voy a aquellos
estímulos, de todos los que hay, que coinciden con mis intereses.
El primer caso es el caso de una atención simplemente solicitada por
estímulos, y es una respuesta maquinal. Hago ruido y la gente va.
El segundo caso, donde el sujeto tiene sus intereses y todo eso, parece
que fuera una atención algo más consciente. Pero es una atención igualmente
mecánica. Que no venga del estímulo y salga de uno hacia el estímulo, está
llevada esa atención, de todas maneras, por esas aspiraciones, esas conductas
que ni siquiera han sido revisadas. Ni sabe por qué, el sujeto, tiene tales
intereses. Y por qué va, porque así está armado, así está condicionado a
responder al estímulo. Muy interesante.
No se si se fijan que la fuente es diferente, de orientación de la
atención. La primera es una atención animal, solicitada por estímulos externos,
y la segunda es una atención que verdaderamente es humana, que es ir hacia el
otro. Intereses. Pero observen que tanto
en un caso como en el otro, no se está movido por un genuino control, por un
saber lo que se está haciendo, en ninguno de los dos casos. Hay diferencia
entre una y otra, pero está claro que no se sabe que se está haciendo en una y
en otra.
Conocemos estas formas de
atención. Conocemos lo que es una atención dividida, por ejemplo. Conocemos lo
que es estar, al mismo tiempo atendiendo a dos estímulos. Esa atención en
realidad no es muy frecuente. Salvo en algunos oficios, en algunas ocupaciones,
o en ejercicios. Hay una cierta capacidad para atender a dos cosas
simultáneamente. A veces el oficio exige eso.
Se dirá: "Bueno, luego eso se mecaniza y vemos a un tipo que maneja
un bus, toma la plata, corta el boleto, da vuelto, hace los cambios, putea con
el de atrás. Eso se mecaniza. Pero hay oficios en que esa práctica, esa
atención está dividida. Por experiencias, por prácticas, por ejercicios, conocemos
ese trabajo de atención.
Hay otro tipo de atención que es la atención dirigida.
Nosotros podemos hacer muchas prácticas o experiencias y lo único que
vamos a lograr con esas prácticas es comprender que la atención es muy elástica,
que admite distintas formas, y vamos a poder testear la propia atención. Pero
no podemos plantear esas prácticas más allá de lo que justamente es: una
práctica o una comprobación.
No podemos hacer eso (ir más allá con la práctica), porque si pretendemos
que el ejercicio de una forma de atención, a fuerza de práctica y de
sostenimiento, logre resultados de
transformación, lo que va a producir es una fatiga. Y vamos a ponerle empeño el
día 1, el día 2, el día 3, menos el día 4, menos el día 5 y "sayonara".
Lo que nos exige mucho esfuerzo y
no podemos ubicarlo en franja para ya trabajarlo sin mucho esfuerzo, es tan
poco tiempo, y por consiguiente no obtenemos beneficios proporcionales al
esfuerzo invertido, son cosas que no se pueden sostener.
Estos testeos son de interés porque nos permiten comprender los secretos
de la atención. Una de las cosas que nos permite comprender lo de la
atención dirigida, es que juega con
mayor fluidez la reversibilidad. En la medida en que estamos conversando y
estamos atentos a lo que estamos diciendo, no perdemos nuestro centro de
gravedad. Nos damos cuenta que es bastante difícil que nos traguemos el anzuelo. Porque se nos podrá decir ésto o
lo otro, pero nuestra mirada está clara.
No somos tan susceptibles ni vulnerables a la presión de grupo o
situaciones, ni a la presentación de imágenes de cartón. Porque tenemos nuestro
centro en nosotros mismos.
En su momento se habló que una de las características de la hipnosis era
la pérdida de referencias del sujeto y la capacidad de cotejo. Esa pérdida de
la capacidad de cotejo hacía que el objeto estímulo se convirtiera en algo
central, no se pudiera comparar con nada, y al no haber comparación se caía en
ese campo de influencias. Eso sucedía también en los sueños.
Y sucede no sólo en hipnosis. Sucede en la vida cotidiana. La sugestión
de la imagen es muy fuerte, la sugestión del momento en que uno vive, del medio
social, la sugestión de la prensa, de la TV, actúan muy fuertemente. No hay con
que cotejar, en todos lados se encuentra lo mismo, hay determinados valores
establecidos, todo eso es aceptado, todo eso no es pensado, eso es lo que pasa,
eso es lo que ocurre, estás sometido a ese
gran campo de influencias y tu atención, termina finalmente yendo en esa
dirección. Y ahí estamos atrapados en esa hipnosis del sistema, cosas así hemos
conversado en su momento.
La capacidad de reversibilidad y
de autocrítica disminuye considerablemente en las poblaciones. Si hay poca
capacidad de crítica es porque no se pueden comparar cosas; por eso no se puede
hacer. Y si hay poca capacidad de autocrítica es porque no se pueden comparar
cosas dentro de uno mismo.
Quien no se conoce a sí mismo no puede comparar cosas en sí,
directamente está inhabilitado para la autocrítica. No se conoce, no puede
hacer autocrítica.
Si acaso cree que está autocriticando. A veces hay ciudadanos que dicen:
"Yo confieso que tengo que hacer autocrítica. Yo soy un hijo de
puta", cuando dicen esas cosas, en realidad no están haciendo cotejo entre
cosas que le pasan. Están utilizando la mirada del otro para largarla sobre
ellos mismos. La autocrítica de ellos no tiene ningún valor. Es como los
criticarían otros, ellos están diciendo eso que dicen los otros de sí, como
elaboración propia.
Si no hay autocrítica y no hay crítica, no hay reversibilidad. Es decir,
no se tiene la aptitud para salir de ese campo de influencias externas
provenientes del sistema.
No tienen autocrítica porque no tienen conocimiento. (...)
Se pone en juego la ubicación de uno en estos fenómenos.
Esa forma de atención dirigida,
si nosotros la presentamos en términos de práctica y de cómo generarla, va a
terminar en un forzamiento, no nos va a dar tiempo a que tengamos resultados y
se nos va a joder la cosa.
Si nosotros recordáramos algunos momentos interesantes en que paseando
nuestra atención hicimos cosas sin perder conciencia de nosotros mismos,
sentimos una gran potencia interna, sin esfuerzo, eso nos ayudaría más que ésto
de proponernos mantener un tipo de atención.
Basta que ahora mismo mientras estamos hablando (con suavidad, con
suavidad, siempre con suavidad), mientras estamos hablando atentos, atentos a
lo que se está diciendo, atentos a las otras personas y todo aquello, basta con
que nos sintiéramos emplazados donde estamos para que notáramos una mirada
bastante más clara.
No es una propuesta compulsiva, no es un esfuerzo por mantener la
atención. Sí es, simplemente, un sentirse emplazado, acá donde estamos, conversando,
sabiendo que conversamos, discurriendo en torno a ciertos temas, estamos
pensando mientras discurrimos en ellos, si mantuviéramos esa actitud (no
esa práctica ni ese forzamiento). Si mantuviéramos esa actitud y lográramos registros
de mayor potencia y frescura, no intermediación de la imagen creo que
podríamos sacarle bastante rédito a ese comportamiento mental.
Estamos hablando de un diferente comportamiento mental. Que, sin duda,
marca diferencias con el comportamiento mental habitual que observamos a
nuestro alrededor.
Nosotros observamos a nuestro alrededor un comportamiento mental muy
determinado, muy poco manejado, muy poco claro y, por supuesto, muy poco
potente.
Parece que podemos asumir un comportamiento mental, que es también conducta,
un comportamiento mental que tiene su rédito en esto de la reversibilidad, la
crítica, la autocrítica y de la potencia en el pensar.
Esto no quiere decir que uno no se vaya de boca, ¿no es cierto?
Ante determinados estímulos, ante determinadas cosas... uno se va de
boca. No está mal. Lo que digo es que si de algún modo pudiéramos convertir en
un valor sicológico esto de que es más interesante estar atento, atento a lo
que efectivamente pasa, atento a lo que se hace, atento a lo que se dice, tener eso como un
"tin-tin de trasfondo"... Si convirtiéramos en un valor esto de que
es bueno una actitud atenta, estar centrado frente a las cosas, creo que
ganaríamos.
Si lo planteáramos como práctica o como disciplina, o como
forzamiento... vamos a tener problemas.
Si lo planteamos así como actitud, creo que vamos a registrar un
interesante potencial, una mayor claridad de ideas, un eje muy crítico, muy
crítico.
Creo que eso es inteligencia. Hay una conducta mental que se puede
asumir, es conducta también.
Y si me voy de boca, me voy de boca pero yo tengo ese valor.
Hay que tener una posición mental atenta. Me parece muy difícil si estás
bien puesto en tu atención, me parece verdaderamente más difícil que estés
jodido por climas, por líos... por cosas que están operando mecánicamente sobre
tí. Me parece más difícil a que si simplemente estás solicitado por los
estímulos o viendo si eso que se está tratando tiene que ver contigo, o no. Si
tiene que ver contigo, va; si no tiene que ver contigo, miras el gusano en la
pared. Estás jodido, estás sometido a un campo de influencias de la gran puta.
Sea del sistema o sea de tus vahos, estás con líos.
No estoy hablando de cosas que sean muy fáciles, pero son suaves.
Uno en algún momento tiene que haber, sin duda, jodiendo y
experimentando con la atención, tiene que haber registrado en algún momento de
cierta postura atencional, tiene que haber registrado esa claridad, esa
potencia. Tienen que haberla registrado.
Si lo encaran como práctica, va a haber dificultad. Se van a fatigar...
y finalmente la van a abandonar, no va a tener ningún éxito.
Yo distingo muchas formas de atención. Hay una cuasi animal, que depende
de los estímulos externos. La otra atención que tiene que ver con los
intereses, intereses que a la vez uno no sabe ni de dónde vienen, ni por qué
va... es un bólido lanzado... ¡que digo un bólido!... una bola de barro... ¡Ahí
va uno, uh, uh, uh, qué atento que va!!... y no pierde detalle, porque ahí está
el interés. ¡Sí, no sabe qué está haciendo!!... Bueno, ese es otro tipo de
atención.
Hay atenciones divididas y hay atenciones dirigidas. (no se entiende en
la cinta) cuyo centro de gravedad es el ojo del que mira, es la mirada, es
suave, es interesante, crítica. Y entre tantos registros, hay un registro de
potencia interna.
Esa conducta mental, digo que produce un funcionamiento mental
diferente, entre esa persona que está emplazada de esa manera y el resto de las
personas que ponen su atención mecánica. Me parece evidente que tienen un
funcionamiento mental diferente. Yo tendría en cuenta esta sugerencia, aún
cuando sea para criticarla, para discutirla, para darle vueltas. La tendría en
cuenta, a esta sugerencia en torno a la atención dirigida.
Una atención que sosteniéndola sin esfuerzo te pone más claro y tiene
sus registros más interesantes, más potentes. Cuidadito, que es suave.
Pregunta: ¿Hay un registro de disponibilidad interna también?
Sí. Te interesas por cualquier huevada, parece inadmisible; es
inadmisible para cualquier persona razonable. Viene un hijo de puta y te habla
de una mosca, y tú ahí atento. Sabiendo lo que haces, tú estás en otra. Sí, muy
disponible, con tal de que esté en marcha esa atención. Sí, es una fuerte disponibilidad
interna.
No, las personas razonables, las personas estereotipadas, dibujos de
personas, no tienen disponibilidad, la tienen sólo para ciertos temas que están
vinculados a sus intereses... En ese sentido, la atención es muy disponible,
todo es muy interesante porque es la atención la que está trabajando. Todo es
muy interesante.
Por supuesto tienes tus intereses y tus cosas, pero tu atención es muy,
muy disponible, casi infantil.
No es un mito, no es ninguna leyenda, es un comportamiento mental
diferente. Y trae rédito.
Puedes estar puteando, puedes estar enojado, pero estás emplazado. Tú
estás emplazado, estás centrado.
No hay acción válida sin atención válida. ¿Cómo puede haber acción válida para un distraído?
¿Y de qué está hablando?, es un contrasentido. Eso no puede ser. Todo eso, no.
No puede haber acción reflexiva sin reflexión sobre lo que se hace. La
acción reflexiva es reflexión sobre la acción. Reflexión sobre la acción
implica atención sobre lo que se está haciendo. ¿De qué acción reflexiva me
estás hablando?, si estás movido por estímulos que no tienen nada que ver con
la re-flexión. Re-flejo, vuelta al pensar. Si mientras haces las cosas no sabes
lo que estás haciendo, si mientras
piensas no sabes que estás pensando, si mientras escuchas no sabes que estás
escuchando; ¿de qué acción reflexiva me estás hablando? No sabe, pues, lo que
dice.
Insisto en que es un comportamiento mental, no natural. Es una
intencional forma de poner la cabeza. Bueno, esa es una forma de tocar los
propios mecanismos; sí, es una forma de tocar los propios mecanismos, de eso se
trata. No es "natural" esa forma de pensar..., no es
"natural" esa forma de sentir... No, no es natural, efectivamente. Lo
cual está muy bien. (Risas).
Suavemente. Sin lío, sin proponerse, sin forzar la mano. Pero
considerándolo un valorcito interesante. El valor de asumir, entre tantos
comportamientos que nos parecen válidos, entre tantas cosas que uno dice: esas
están bien, esas otras están como el culo, eso vale la pena, eso otro no, entre
todos esos valores, también algo tenemos que decir sobre el comportamiento
mental. Es un modo de acción. "Corto, porque no estás moviendo
cuerdas". Veremos, ¡ahora verás! Algo también tenemos que decir sobre el comportamiento
mental. No sólo sobre el comportamiento de las manos, de las cosas...
Tenemos algo que decir también sobre el comportamiento mental. Estamos
hablando en este momento de un determinado comportamiento mental.
Pero no me hago ningún problema de moralina, si me pierdo en la cosa, me
pierdo en la cosa.
Yo te digo francamente que es mucho menos susceptible a la influencia
irracional de los estímulos externos. Te lo digo porque estás atento al objeto
y estás emplazado en una perspectiva que registra, que siente. Y, sí.
Eso es todo lo que queríamos conversar sobre este tema de la acción
reflexiva, y qué va a ser reflexiva si no sabe lo que está haciendo... Para
saber lo que se está haciendo hay que estar mínimamente atento a lo que se
está. Por ahí eso de la acción reflexiva parece que fuera algo muy grande, pero
nada, la acción reflexiva tiene que ver con un tipo de atención.
¡Tantas cagadas se producen por desatento, en lugar de por otros
motivos! ¡Por errores de ese tipo! Por desatento...
No, no mucho más de ésto sabemos, así es que sólo ésto podemos
transmitir. Pero sí es genuino lo que decimos. De que existe un registro
diferente cuando se ha valorizado convenientemente esta conducta mental que hace
que el que mira, o el que hace, se tenga por referencia, aunque sea como
perspectiva, sepa lo que está haciendo, lo que está diciendo, lo que está
escuchando...
Es una forma aperceptiva. Pero yo debo agregar siempre a estas
consideraciones, siempre lo mismo: ¡ésto no lo conviertas en práctica!
Conviértelo en todo caso, si es que te interesa, en un valor de un
comportamiento interesante de tu actitud mental. No en una práctica esforzada.
A decir verdad, cuando tengas mucho sueño y demás, ésto va a disminuir.
Esa potencia y esa cosa, va a disminuir. Pero cuando estés despierto, pues está
despierto. Cuando estés despierto, debes estar bien despierto.
No estamos agregando mucho a las cosas que ya sabemos. En todo caso las
estamos re-enfocando. Dándole otra vuelta dada la experiencia que tenemos en
estos temas, ¿no es cierto? Hemos hecho muchas cosas... Vamos dando otra
vuelta, volviendo al tema de la atención.
¿Por qué no? Es el tema fundamental del comportamiento mental. ¿Para
hacer qué con esa atención? Para hacer lo que quieres. Qué sé yo tus proyectos,
tus líos... tus actividades, tus intereses... tú verás.
Pero yo te digo: hay un comportamiento mental valioso, mucho más valioso
que el comportamiento mental dado, el que tengo.
Esa reflexión queríamos dejar sobre el tema de la atención.
Estuvimos trabajando con otra gente amiga, muy bien, e insistimos en
este tema de la atención, de la atención reversible, de la atención
des-hipnotizada, de la atención disponible, de la atención crítica, de la
atención con referencia a la distancia, del problema de la sugerencia de lo que
uno dice, de lo que uno ve, de la atención puesta en lo que uno hace, de la
acción reflexiva.
Pusimos énfasis en que ese comportamiento es mental y lo consideramos,
tal vez erróneamente, como una cosa valiosa. Y no mucho más sabemos sobre este
tema. Y hay registros, seguramente si rastrean en algún momento, hay registros
muy potentes, de mucha fuerza, con esta gracia de la atención.
Parece que si se obtienen buenos resultados, no hay que preocuparse de
nada porque uno se engolosina. A la hora de obtener buenos resultados, parece
que a uno le gusta andar así. Como a los pelícanos les gusta andar con una
piedra. Porque sienten un pesito acá... Si no tienen un pescado, por lo menos
tienen una piedra. Uno siempre encuentra una piedra si les abre la boca
(Risas). Entonces a uno le gusta andar así.
Bueno, no nos ha llevado tanto tiempo este tema. Media hora, una hora.
Pero me parece correcto dejar esta sugerencia. Porque por lo poco que hemos
visto, ésto es de mucho interés. Conviene, parece que nos hace fuertes, nos
hace reversibles, críticos, nos hace bastante reflexivos.
------------------------------------------------------------------
Es
un comportamiento mental que puede llegar a ser un comportamiento mental
cotidiano. Y no es el comportamiento que uno observa alrededor. Bueno, eso será
problema de ellos, no vamos a llorar... Y la forzadera no nos conviene, no nos
va a dar rédito, nos va a decepcionar, nos va a hacer perder fuerza y en poco
tiempo vamos a abandonar la práctica.
Lo dejaría ahí al tema. Le llamamos a eso atención dirigida, no
esforzada, suave, comprendida por distintos experimentos y tal vez aceptada por
registros favorables, no propuesta como una práctica. Decimos que entre otras
cosas es atención apercibida. Y lo englobamos en el tema conducta. Es una
conducta.
¿No hay conductas chuecas, carajo? ¡Claro que hay conductas mentales!
¿No hay tipos entrenados, por el motivo que sea, en ver todo mal? ¿No hay tipos
cuya mirada es siempre negativa? ¡Cómo que no, hay tipos que viven en esa
conducta mental!
Esto es interesante, si es que a uno le interesa la libertad.
No creo que eso te vaya a mejorar otras funciones mentales, pero sí creo
que eso te puede dar mucha crítica, y
mucho llevar el ojo para donde uno quiere que vaya.
No te va a dar más memoria, no te va a dar más agilidad en el pensar,
esas son características personales. Pero te va a dar reversibilidad.
Y lo de la acción reflexiva, hay que llevarlo a ese tema.
Y el climazo, y esa cosa que a veces uno tiene, también se nota que
disminuye con la atención. Que tiende a no tomarte. No puede ser que estés en
un tema, moviendo ideas y cosas que tienen que ser cristalinas, no puede ser
que de pronto aparezca un climazo y te joda y te empañe todo. ¿Pero qué es
ésto? Eso no puede ser, cómo hacer eso. ¡Pone la cabeza bien! No conviene. No
hagas eso.
Esto lo nota uno, creo que lo notamos todos, estamos muy entrenados,
somos alcahuetes, muy sicologuillos, creo que notamos mucho al tipo que se
climatiza, tenemos mucha sensibilidad para eso. Y nos parece una cosa
desproporcionada, no está haciendo bien con su cabeza. ¡Ponga bien su atención!
Este comportamiento puede constituirse en el comportamiento mental
habitual, con el que uno vive. Es una conducta mental distinta.
Hay gente que sufre, y divaga, y se climatiza. ¿Y para qué sirve eso? ¿A
quién le sirve? A él no le sirve, a los
demás tampoco. ¿Y qué lógica tiene eso? Esas son conductas mentales
inaceptables. (Risas). Bueno, imagínense, viene el mocito ahí con una conducta
mental inaceptable: ¡retírese! Piense de
otro modo la próxima vez que venga. Claro, me viene con un vaho, con un lío...
como si llenara todo un charco... ¡No contamine! Antes de que hable ya... ¡Qué
modales esos! ¿Y qué, qué desconsideración, no? Llega el tipo, te hace una
cosa, es un desconsiderado, está metido en su lío... No se puede estar con él
ahí, "bip, bip, bip, bip", sin líos.
A veces se logra, en los diálogos entre nosotros, esas cosas muy
neutras, muy en tema. Son fenómenos esos momentos. Se está simplemente en lo
que se está. Así se venga el mundo abajo. Uno tiene unos desastres que ha
dejado por ahí tirados... pero está interesado en un tema, que puede ser una
huevada, pero es muy gratificante.
Pero si estás en eso, y de pronto todo se te jode, se te nubla todo por
la cagada de un clima... Oye, estás acá, no estás allá. Y lo que pasa allá no
lo vas a resolver. En cambio lo que pasa allá, además, te jodió acá.
No saben, no estudian...