marzo 26, 2012

Diferencias y Complementos - Silo




Mendoza - 18.07.74

En torno al adecuado tratamiento de las diferencias y los complementos


     En todo proceso dinámico las diferencias son importantes. De hecho, en las relaciones humanas cuando éstas se sintetizan, cuando no hay intercambio ni diferencias, el proceso se detiene. Las diferencias son importantes. Ahora bien, por el tipo de sistema en el que estamos incluidos, las diferencias son consideradas antitéticas (antagónicas). La misma idea de verdad, es diferenciada por la de falsedad. Verdad y Falsedad aparecen como antagónicas y universales. De ese modo, alguien que tiene "La Verdad" se opone a otro que está sumergido en "La Falsedad" y ambos no pueden avanzar ni complementarse si conservan tal punto de vista universal, antagónico y exclusivo. Nosotros sabemos que las cosas no son así, de ningún modo.

     Lo dicho con respecto a los criterios de verdad y falsedad, vale también para otros criterios. Tomemos por ejemplo la idea de "eficacia". Si A es eficaz y se opone a B, aparece como evidente que B no es eficaz, cosa que, como sabemos, no es exactamente así.

     Esto que vamos conversando puede muy bien ser aplicado a todos los criterios que se ventilan en las relaciones humanas.

     Tomemos por ejemplo, la diferenciación que debe darse entre los elementos más antiguos y los más nuevos en el Movimiento. Tales diferencias son necesarias como es necesaria la superación de lo viejo por lo nuevo, pero debemos recordar en todos los casos que los factores progresivos de los elementos más antiguos pasan y se incorporan al momento nuevo posterior permitiendo de ese modo la continuidad de los procesos progresivos. Son los elementos regresivos de la etapa anterior los que quedan desplazados, del mismo modo que también elementos nuevos no pueden integrarse al proceso porque no son homogéneos con él.

     Si observamos las cosas de distintos puntos de vista, nos encontramos con que, para un antiguo, una persona nueva en una determinada actividad, carece de experiencia y de conocimiento global de los problemas, carece además de información y sin tal información no puede actuar coherentemente.

     Para la persona nueva, en cambio, el más antiguo ha perdido fuego, está atascado en etapas anteriores del proceso y concentra la información de tal modo que al no enterarse los demás acerca de cómo funcionan los mecanismos se mantiene en una situación irreemplazable.

     Si la verdad fuera única y exclusiva, sólo una de las dos posturas sería verdadera y la otra falsa. Sabemos que no es así. Por lo contrario, ambas posturas tienen su grado de verdad y falsedad, con lo cual advertimos que los dos puntos de vista pueden ser complementados en un paso posterior progresivo.

     Puede tenerse en cuenta que si el proceso ha llegado hasta el momento de incorporación de nuevos elementos es gracias a los antiguos que lo han posibilitado con su trabajo. Allí hay muchas horas-hombre invertidas, muchos desvelos, mucha lucha anterior acumulada, mucha incomprensión del medio (tal lo que ha sucedido en nuestro caso en el que elementos precursores fueron encarcelados, vituperados, perseguidos, excluidos de sus familias, de sus trabajos, etc.). Por último, esos más antiguos son los que han llamado con total desinterés y olvido de beneficios personales, a los nuevos elementos para que se incorporaran a la empresa común.

     Pero si el proceso continúa y se desarrolla por muchas fronteras y distancias es gracias a que nuevos elementos están resonando con más facilidad, con mayor comprensión que en momentos anteriores. Son los nuevos elementos los que van empujando con su fuego el desarrollo del proceso.

     Ese ángulo que tiende a abrirse cada vez más exige la adecuación de todo el Movimiento al proceso. Ustedes deberían tener en cuenta que 10 personas establecen entre sí, 99 relaciones de un mismo tipo (cuando cada uno ha dado la mano a todos los otros, se han producido 99 estrechones de mano). De acuerdo a esto, 2.000 personas, establecen entre sí (en el caso de estar juntas y estrechar las manos) casi 4 millones de relaciones. Si en lugar de estar todas juntas, se organizan en grupos el número de relaciones disminuye considerablemente. Bien, a ese factor desorden que va en un aumento mayor que el simple aumento de componentes le llamamos "entropía". Nuestro problema es el aumento de número y la estabilidad de la entropía. Porque claro está que al aumento de entropía corresponde la distorsión y anulación de la información. ¿Qué va a pasar cuando en número de componentes llegue a un millón y que además esté diseminado por el mundo? La cosa es muy interesante... Para todo ello debemos cualificar, informar y participar sacando cada vez los aparatos que fueran necesarios y eliminando los desgastados. Porque han de saber, que los aparatos inadecuados también meten ruido en el proceso general (también son factor de entropía y por eso le llamamos a ese fenómeno "frenos de aparatos").

     Los nuevos elementos y los antiguos deben estar adecuadamente mezclados y en complemento para aprovechar al máximo los factores progresivos generales.

     Como el crecimiento es siempre el mismo (como factor multiplicativo aunque no como número que crece cada vez más) y los nuevos factores van superando velozmente a los más antiguos, debemos informar y cualificar lo más velozmente posible a los más nuevos, a fin de que no se desproporcione la comprensión global. Para ello, habrá que buscar siempre los mecanismos más simples, con el menor recorrido de circuito y con la menor posibilidad de burocratización. La burocracia es una superestructura sintética que atenta contra el desarrollo. Tal superestructura no puede independizarse como sucede en todas las organizaciones humanas sino que siempre debe estar supervisada y dirigida por el Movimiento, al cual debe rendir cuenta. Desde luego, que elementos burocráticos son imprescindibles, ya que nos movemos en relación al sistema y para eso es necesario que existan adecuadas administraciones de los aparatos para lo cual siempre será necesaria la ayuda de gente muy ordenada y conocedora de la materia. Alguien con mentalidad de Trabajo y de Movimiento puede cumplir muy bien con esa pesada carga burocrática disminuyendo al mínimo posible la cantidad de colaboradores para no restarlos a otros trabajos y para no aumentar la entropía de los aparatos (que tienen su propio ruido). Pocos individuos aunque muy capaces, es la idea. Porque no se trata de cualificar en los aparatos, se trata de cualificar en el Movimiento en general y no podemos dejar que se produzcan diferencias artificiales entre superestructura y base organizativa (entre aparatos y Movimiento). Es claro que siempre está pendiente el problema del reemplazo en los aparatos y es bueno que siempre haya allí gente nueva capacitándose, pero siempre en proporción a los que están trabajando en sus funciones. Es más no se capacita allí quien no trabaja efectivamente al lado de alguien con más experiencia hasta que pueda, efectivamente, reemplazarlo.

     El adecuado tratamiento de las diferencias entre factores antiguos y nuevos; entre base organizativa y superestructuras; entre ideología y Doctrina, sólo se resuelve a nivel de visión global y de complemento de puntos de vista.

     Su comprensión es más fresca, menos esquemática, más desprejuiciada, absolutamente intuitiva y con un sentimiento más desarrollado de la cosa compartida, buena para uno mismo y para toda la humanidad en la que no debe haber diferencias sino oportunidades iguales.

     Estos dos puntos de vista son complementarios y permiten la formación de una síntesis posterior que, en su momento, deberá ser removida para lograr la ampliación del proceso.

     A nosotros nos importa la circulación de la información a todos los que comparten este proceso con nosotros (aún a los que no lo comparten) y la participación de todos los que trabajan con nosotros.

     En tal sentido, debemos procurar que todo "taponamiento" de información desaparezca. No debe creerse tampoco que el "taponamiento" se produce por mala voluntad de determinados individuos, no, habrá algún caso perdido por allí, pero eso no es lo importante. El taponamiento se produce por razones mecánicas. Se produce porque a mí me llega la información y yo puedo llegar a unos cuantos pero no a todos y así sucede con los otros, resultando al final que la información se deformó en el camino y en otros casos no llegó a muchos que entonces quedaron "descolgados". El problema es mecánico y debe resolverse mecánicamente. A medida que se amplía el número de participantes el problema se va a agravar (y ni pensemos en lo que sucede si además del número aumenta la distancia entre los componentes). Así debemos ir adecuando las cosas de manera que aumente la participación y aumente la información y eso debemos resolverlo organizativamente. Pero bien sabemos que la posibilidad de funcionamiento de tal organización en la que participación e información sean máximas, dependerá básicamente de la organización interna de cada componente y para ello, no debemos dejar de cualificar a los componentes (sean antiguos o nuevos).

     Saltando de plano, es bueno considerar la relación entre la organización y el Trabajo. Parece que podemos hacer coincidir ambas cosas en un punto. Me refiero al grupo. El grupo es, básicamente, el ámbito de trabajo más adecuado y al mismo tiempo la unidad organizativa desde la que debe decidirse todo lo referente a la organización. En los grupos, por lo tanto, básicamente se trabaja y se estudia, pero desde allí también debe partir la conducción del Movimiento. Como el número va a a aumentar progresivamente y con él los grupos, deben buscarse mecanismos cada vez más simples (no más complejos), mecanismos cada vez más simples para que información y participación aumenten eliminando distorsiones. Todos los componentes deben estar representados, pero también deben estar cada vez más informados porque sin esto la representatividad no tiene real valer.

     De todas maneras, lo sustantivo es el Trabajo (ya que para eso sirve el Movimiento) y lo secundario es lo organizativo, pero sucede que sin organización adecuada el Trabajo mismo se enlentece y se pierden oportunidades de desarrollo. En ese sentido, los aparatos son al Movimiento lo que el Movimiento es al Trabajo. En ningún caso puede haber dialéctica entre aparatos y Movimiento ya que los aparatos son ocasionales y se han elaborado para el mejor desarrollo del Movimiento. Es el Movimiento (y en última instancia son los grupos quienes deben decidir el rumbo de los aparatos). Los aparatos son superestructuras que dependen de la base humana y material del Movimiento. Está claro que no podemos confundir las cosas.

     Volviendo a nuestro tema inicial, debemos por tanto tratar adecuadamente las diferencias complementando tiempos en un proceso general progresivo en donde los nuevos elementos tengan de inmediato posibilidad de información, participación y por lo tanto, decisión.

     La complejidad va a acentuarse cada día ya que seguimos trepando la curva de crecimiento del 70% anual. De ese modo, si ustedes toman por ejemplo el número 2000 y lo van multiplicando año por año por 1,7 se van a ir encontrando con un ingreso muy veloz de nuevos elementos y con una desproporción entre ese número y los recursos organizativos.



SGyP 

marzo 16, 2012

La Acción Válida - Silo


 

 

LA ACCIÓN VÁLIDA



¿Cuál es la acción válida? A esta pregunta se ha respondido, o se ha tratado de responder, de distintos modos y casi siempre teniendo en cuenta la bondad o la maldad de la acción. Se ha tratado de responder a lo válido de la acción. Es decir, se han dado respuestas a lo que desde antiguo ha sido conocido como lo ético o lo moral. Durante muchos años nos preocupamos por consultar acerca de qué era lo moral, qué era lo inmoral, lo bueno y lo malo. Pero básicamente, nos interesó saber qué era lo válido en la acción. Nos fueron respondiendo de distinto modo. Hubo respuestas religiosas, hubo respuestas jurídicas, hubo respuestas ideológicas. En todas esas respuestas, se nos decía que las personas debían hacer las cosas de un modo y también evitar hacer las cosas de otro modo. Para nosotros era muy importante obtener una clara respuesta sobre este punto. Era de mucha importancia por cuanto el quehacer humano, según tenga una dirección o tenga otra, desarrolla también una forma de vida distinta. Todo se acomoda en la vida humana según la dirección. Si mi dirección al futuro es de un tipo, mi presente se acomoda también a él. De manera que estas preguntas en torno a lo válido, lo inválido, lo bueno, lo malo, afectan no solo al futuro del ser humano, sino que afectan su presente. Afectan no solo al individuo, afectan a los conjuntos humanos, afectan a los pueblos.

Diferentes posturas religiosas daban su solución. Así pues, para los creyentes de determinadas religiones, había que cumplir con ciertas leyes, con ciertos preceptos, inspirados por Dios. Eso era válido para los creyentes de esas religiones. Es más: distintas religiones daban distintos preceptos. Algunas indicaban que no debía realizarse determinadas acciones, para evitar cierta vuelta de los acontecimientos; otras religiones lo indicaban para evitar un infierno. Y a veces no coincidían tampoco estas religiones que en principio eran universales; no coincidían en sus preceptos y en sus mandatos. Pero lo más preocupante de todo esto, consistía en que que ocurría en áreas del mundo donde muchísimos de esos habitantes, no podían cumplir, aún queriendo de muy buena fe, no podían cumplir con esos preceptos, con esos mandamientos, porque no los sentían. De manera que los no creyentes -que también para las religiones son hijos de Dios-, no podían cumplir esos mandatos, como si estuvieran dejados de esa mano de Dios. Una religión, si es universal, debe serlo no porque ocupe geográficamente el mundo. Básicamente debe ser universal porque ocupe el corazón del ser humano, independientemente de su condición, independientemente de su latitud. Así pues, las religiones, en su respuesta ética, nos presentaban ciertas dificultades.

Consultamos entonces a otros formadores de conducta: los sistemas jurídicos. Estos son formadores, son moldeadores de conducta. Los sistemas jurídicos establecen de algún modo, aquello que debe hacerse o debe evitarse en el comportamiento de relación, en el comportamiento social. Existen códigos de todo tipo para reglar las relaciones. Hay hasta códigos penales, que preveen la punición para determinados delitos, es decir para comportamientos considerados no sociales, o asociales, o antisociales. Los sistemas jurídicos también han tratado de dar su respuesta a la conducta humana, en lo que hace al buen o mal comportamiento. Y así como las religiones han dado su respuesta, y está bien, y está bien para sus creyentes, también los sistemas jurídicos han dado su respuesta y está bien para un momento histórico dado, está bien para un tipo de organización social dado, pero nada dice al individuo que debe cumplir con una determinada conducta. Porque la gente razonable, sin duda advierte que es interesante que exista una regulación de la conducta social, a fin de evitar un caos total. Pero esta es una técnica de organización social, no es una justificación de la moral. Y por cierto que según su desarrollo y según su concepción, las distintas comunidades humanas tienen normas de conducta jurídicamente regladas, que a veces se oponen. Los sistemas jurídicos no tienen validez universal. Sirven para un momento, para un tipo de estructura, pero no sirven para todos los seres humanos, ni sirven para todos los momentos y todas las latitudes; y lo más importante de todo, nada dicen al individuo acerca de lo bueno y lo malo.

También consultamos a las ideologías. Las ideologías son más amigas de los desarrollos y bastante más vistosas en sus explicaciones, que los chatos sistemas legales, o tal vez que los preceptos o las leyes traídas desde las alturas. Algunas doctrinas explicaban que el ser humano es una suerte de animal rapaz, es un ser que se desarrolla a costa de todo y que debe abrirse paso a pesar de todo, a pesar inclusive de los otros seres humanos. Una suerte de voluntad de poderío, es la que está detrás de esa moral. De algún modo esa moral que puede parecer romántica, es sin embargo exitista, y nada dice al individuo en cuanto a que las cosas le salgan mal en sus pretensiones de voluntad de poderío.

Hay otro tipo de ideología que nos dice: por cuanto todo en la naturaleza está en evolución, y el ser humano mismo es producto de esta evolución, y el ser humano es el reflejo de las condiciones que se dan en un momento dado, su comportamiento va a mostrar el tipo de sociedad en que vive. Así pues, una clase va a tener un tipo de moral y otra va a tener otro tipo de moral. De esta manera, la moral está determinada por las condiciones objetivas, por las relaciones sociales y por el modo de producción. No hay que preocuparse mucho, por cuanto uno hace lo que mecánicamente está impulsado a hacer aunque, por razones publicitarias, se hable de la moral de una clase o la mora de otra. Limitándonos al desarrollo mecánico, yo hago lo que hago porque estoy impulsado en tal sentido. ¿Dónde está el bueno y dónde está el malo?... Hay solamente un choque mecánico de partículas en marcha.

Otras singulares ideologías nos decían cosas como estas: la moral es una presión social que sirve para contener la fuerza de los impulsos y esta contención que efectúa es una suerte de super-yo, esta comprensión que hace en el caldero de la conciencia permite que aquellos impulsos básicos se vayan sublimando, vayan tomado cierta dirección...

De modo que nuestro pobre amigo, que ve pasar a unos y a otros con sus ideologías, se sienta de pronto en la acera y dice: "que es lo que yo debo hacer, porque acá me presiona un conjunto social, yo tengo impulsos y parece que éstos se pueden sublimar, siempre que yo sea artista. De otro modo, o me tiendo en el sofá del psicoanalista o terminaré en la neurosis." Así pues, la moral en realidad es una forma de control de estas presiones que, sin embargo, a veces desbordan el caldero.

Otras ideologías, también psicológicas, explicaron lo bueno y lo malo según la adaptación. Una moral conductual adaptativa, algo que permite encajar en un conjunto y en la medida en que uno desencaja de ese conjunto, se segrega de ese conjunto, tiene problemas. Así que más vale andar “derechito”, y encajar bien en el conjunto. La moral entonces nos dice que es lo bueno y que es lo malo, de acuerdo a la adaptación que debe establecer el individuo, al encaje que el individuo tenga en su medio. Y está bien... es otra ideología.

Pero en las épocas de las grandes fatigas culturales, como sucedió ya repetidamente en otras civilizaciones, surgen las respuestas cortas, inmediatas, acerca de lo que se debe hacer y de lo que no se debe hacer. Me estoy refiriendo a las llamadas “escuelas morales de decadencia”. En distintas culturas (ya en su ocaso), surgen suertes de moralistas que muy rápidamente tratan de acomodar sus comportamientos como buenamente pueden, a fin de dar una dirección a su vida. Están algunos que dicen más o menos esto: "La vida no tiene ningún sentido, y como no tiene ningún sentido, puedo hacer cuanto me plazca... si puedo". Otros dicen: "Como la vida no tiene mucho sentido (Risas), debo hacer aquellas cosas que me satisfacen, que me hacen sentir bien, a costa de todo lo otro". Algunos más afirman: "Ya que estoy en una mala situación y hasta la misma vida es sufrimiento, debo hacer las cosas guardando ciertas formas. Debo hacer las cosas como un estoico". Así se llaman esas escuelas de la decadencia: las escuelas estoicas.

Detrás de estas escuelas, aunque sean respuestas de emergencia, hay también ideología. Está, parece, la ideología básica de que todo ha perdido sentido, y se responde de urgencia a esa pérdida de sentido. Actualmente, por ejemplo, se pretende justificar la acción con una teoría del absurdo, en donde aparece de contrabando el “compromiso”. Sucede que estoy comprometido con eso, y por tanto debo cumplir. Se trata de una especie de coacción bancaria. Es difícil comprender que pueda establecer un compromiso si el mundo en que vivo es absurdo y termina en la nada. Por otra parte, esto no otorga ninguna convicción al que declama tal postura.

Así pues las religiones, los sistemas jurídicos, los sistemas ideológicos, las escuelas morales de la decadencia, han trabajado para dar respuesta a este serio problema de la conducta, para establecer una moral, para establecer una ética, porque todos ellos han advertido la importancia que tiene la justificación o no justificación de un acto.

¿Cual es la base de la acción válida?. La base de la acción válida no está dada por las ideologías, ni por los mandatos religiosos, ni por las creencias, ni por la regulación social. Aun cuando todas estas cosas sean de mucha importancia, la base de la acción válida no está dada por ninguna de ellas, sino que está dada por el registro interno de la acción. Hay una diferencia fundamental entre la valoración que parece provenir del exterior, y esta valoración que se hace de la acción por el registro que el ser humano tiene de lo que precisamente hace.

¿Y cual es el registro de la acción válida? El registro de la acción válida es aquel que se experimenta como unitivo; es aquel que da al mismo tiempo sensación de crecimiento interno, y es por último aquél que se desea repetir porque tiene sabor de continuidad en el tiempo. Examinaremos estos aspectos de modo separado.

El registro de unidad interna por una parte y la continuidad en el tiempo por otra parte.

Frente a una situación difícil, puedo yo responder de un modo o de otro. Si soy hostigado, por ejemplo, puedo responder violentamente y frente a esa irritación que me produce el estímulo externo, y esta tensión que me provoca, puedo distenderme, puedo reaccionar violentamente y al hacerlo experimentar una sensación de alivio. Me distiendo. Así pues, y aparentemente, se ha cumplido la primera condición de la acción válida: frente a un estímulo irritante, lo saco de enfrente y al hacerlo me distiendo y al distenderme tengo un registro unitivo.

La acción válida no puede justificarse simplemente por la distensión en ese instante, porque no se continúa en el tiempo sino que produce lo contrario. En el momento A produzco la distensión al reaccionar del modo comentado; en el momento B, no estoy para nada de acuerdo con lo que hice. Esto me produce contradicción. Esa distensión no es unitiva por cuanto el momento posterior contradice al primero. Es necesario que cumpla, además, con el requisito de la unidad en el tiempo, sin presentar fisuras, sin presentar contradicción. Podríamos presentar numerosos ejemplos en donde esto de la acción válida para un instante no lo es para el siguiente y el sujeto no puede, cabalmente, tratar de prolongar ese tipo de actitud porque no registra unidad sino contradicción.

Pero hay otro punto: el del registro de una suerte de sensación de crecimiento interno. Hay numerosas acciones que todos efectuamos durante el día, determinadas tensiones que aliviamos distendiendo. Estas no son acciones que tengan que ver con lo moral. Las realizamos y nos distendemos y nos provoca un cierto placer, pero ahí quedan. Y si nuevamente surgiera una tensión, nuevamente la descargaríamos con esa suerte de efecto de condensador, en donde sube una carga y al llegar a ciertos límites se la descarga. Y así, con este efecto condensador de cargar y descargar, nos da la impresión de que estuviéramos metidos en una eterna rueda de repeticiones de actos, en donde en el momento en que se produce esa descarga de tensión, la sensación resulta placentera, pero nos deja un extraño sabor percibir que si la vida fuera simplemente eso, una rueda de repeticiones, de placeres y dolores; la vida, claro, no pasaría del absurdo. Y hoy, frente a esta tensión, provoco esta descarga. Y mañana del mismo modo... sucediéndose la rueda de las acciones, como el día y la noche, continuamente, independientemente de toda intención humana, independiente toda elección humana.

Hay acciones, sin embargo, que tal vez muy pocas veces hayamos realizado en nuestras vidas. Son acciones que nos dan gran unidad en el momento. Son acciones que nos dan, además, registro de que algo ha mejorado en nosotros, cuando hemos hecho eso. Y son acciones que nos dan una propuesta a futuro, en el sentido de que si pudiéramos repetirlas, algo iría creciendo, algo iría mejorando. Son acciones que nos dan unidad, sensación de crecimiento interno, y continuidad en el tiempo. Esos son los registros de la acción válida.

Nosotros nunca hemos dicho que esto sea mejor o peor, o deba coercitivamente hacerse: hemos dado más bien las propuestas y los sistemas de registros que corresponden a esas propuestas. Hemos hablado de las acciones que crean unidad, o crean contradicción. Y, por último, hemos hablado del perfeccionamiento de la acción válida, por la repetición de esos actos. Como para cerrar un sistema de registros de acciones válidas, hemos dicho: "Si repites tus actos de unidad interna, ya nada podrá detenerte". Esto último habla no sólo del registro de unidad, de la sensación de crecimiento, de la continuidad en el tiempo. Eso habla del mejoramiento de la acción válida. Porque, es claro, no todas las cosas nos salen bien en los intentos. Muchas veces tratamos de hacer cosas interesantes y no salen tan bien. Nos damos cuenta que esas cosas pueden mejorar. También la acción válida puede perfeccionarse. La repetición de aquellos actos que dan unidad y crecimiento y continuidad en el tiempo, constituyen el mejoramiento de la misma acción válida. Esto es posible.

Nosotros, en principios muy generales, hemos dado los registros de la acción válida. Hay un principio mayor, conocido como La Regla de Oro. Este principio dice así: "Trata a los demás como quieres que te traten a ti." Este principio no es cosa nueva, tiene milenios. Ha aguantado el paso del tiempo en distintas regiones, en distintas culturas. Es un principio universalmente válido. Se ha formulado de distintas maneras; se lo ha considerado por el aspecto negativo, diciendo algo así como: "No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti". Es otro enfoque de la misma idea. O bien, se ha dicho: "Ama a tu prójimo como a tí mismo". Es otro enfoque. Claro no es exactamente lo mismo que decir "trata a los demás como quieres que te traten". Y está bien, y desde antiguo se ha hablado de este principio. Es el más grande de los principios morales. Es el más grande de los principios de la acción válida. Pero, ¿como quiero que me traten a mí? Porque se da por sentado que será bueno tratar a los demás como uno quisiera que lo trataran a uno mismo. Y cómo quiero que me traten? Tendré que responder a eso diciendo que si me tratan de un modo me hacen mal y si me tratan de otro me hacen bien. Tendré que responder acerca de lo bueno y de lo malo. Tendré que volver a la eterna rueda de definir la acción válida, según una u otra teoría, según una u otra religión. Para mi será buena una cosa, para otra persona será no será lo mismo. Y no faltará alguno que tratará muy mal a otro, aplicando el mismo principio; porque sucede que a él le gustará que lo traten mal.

Está muy bien este Principio que habla así del tratamiento del otro, según lo bueno para uno, pero estará mejor saber qué es lo bueno para uno. Así las cosas, nos interesa ir a la base de la acción válida y la base de la acción válida está en el registro que se obtiene de ella.

Si digo: "debo tratar a los demás como quiero que me traten", inmediatamente me pregunto: “por qué?” Habrá algún proceso en uno, habrá alguna forma en el funcionamiento de la mente, que crea problemas en uno cuando uno trata mal a los otros. Y ¿cómo puede ser ese funcionamiento?. Si yo veo a alguien en muy mala condición, o veo a alguien de pronto que sufre un corte, o una herida, algo resuena en mí. ¿Cómo puede resonar en mí algo que le está sucediendo al otro? ¡Es casi mágico!. Sucede que alguien sufre un accidente y experimento casi físicamente el registro del accidente en otro. Ustedes son estudiosos de estos fenómenos, saben bien que a toda percepción corresponde una imagen, y comprenden que alguna imágenes pueden tensar ciertos puntos así como otras pueden distenderlos. Si a toda percepción va correspondiendo una representación y de esa representación se tiene a su vez registro, es decir, una nueva sensación, entonces no es tan difícil entender cómo al percibir un fenómeno, y al corresponderse la imagen interna con ese fenómeno (al movilizarse esta imagen), tenga a su vez sensación en distintas partes de mi cuerpo o de mi intracuerpo, que se han modificado por acción de la imagen anterior. Me siento identificado cuando alguien sufre un corte, porque a la percepción visual de tal fenómeno, le corresponde un disparo de imagen visual, y correlativamente un disparo de imágenes cenestésicas y táctiles de las cuales, además, tengo una nueva sensación que termina provocando en mí el registro del corte del otro. No será bueno que trate yo a los demás de mala manera, porque al efectuar este tipo de actividad tengo el correspondiente registro.
Hablaremos casi técnicamente. Para ello vamos a simular el funcionamiento de circuitos por pasos aún cuando sabemos que la estructura de la conciencia procede como una totalidad. Bien, una cosa es el primer circuito que corresponde a la percepción, representación, nueva toma de la representación y sensación interna. Y otra cosa es el segundo circuito, que tiene que ver con la acción y que significa algo así: de toda acción que lanzo hacia el mundo, tengo también registro interno. Esa toma de realimentación es, por ejemplo, la que me permite aprender haciendo cosas. Si no hubiera en mi una toma de realimentación de los movimientos que estoy haciendo, jamás podría perfeccionarlos. Yo aprendo a escribir a máquina por repetición, es decir, voy grabando actos entre acierto y error. Pero puedo grabar actos únicamente si los realizo. De tal modo que es desde el hacer, desde donde tengo registro. Permítanme esta digresión: hay un prejuicio grande que a veces ha invadido el campo de la pedagogía. Según esta creencia se aprende por pensar en lugar de hacer. Ciertamente, se aprende porque se tiene la recepción del dato, pero tal dato no queda simplemente memorizado sino que siempre se corresponde con una imagen que, a su vez, moviliza una nueva actividad: coteja, rechaza, etc y esto muestra la continua actividad de la conciencia y no una supuesta pasividad en la cual se aloja simplemente el dato. Esta realimentación es la que nos permite decir: “me equivoqué de tecla”. Así voy registrando la sensación del acierto y del error; así voy perfeccionando el registro del acierto, así se va fluidificando, y así se va automatizando la correcta acción del escribir a máquina. Estamos hablando de un segundo circuito. El primero se refería al dolor en el otro que yo registro en mí; el segundo circuito habla del registro que tengo de la acción que produzco.

Ustedes conocen las diferencias que existen entre los actos llamados catárticos y los actos transferenciales. Los actos catárticos se refieren básicamente a las descargas de tensiones y ahí quedan. Los actos transferenciales, diversamente, permiten trasladar cargas internas, integrar contenidos, y facilitar el buen funcionamiento psíquico. Sabemos que allí donde hay islas de contenidos mentales, contenidos que no se comunican entre sí, hay dificultades para la conciencia. Si se piensa en una dirección, por ejemplo, pero se siente en otra, y finalmente se actúa en otra diferente, comprendemos que esto no encaja y que el registro no es pleno. Parece que únicamente cuando tendemos puentes entre los contenidos internos, el funcionamiento síquico se integra y permite avanzar unos pasos más. Se conocen técnicas transferenciales muy útiles que movilizan y transforman a determinadas imágenes problemáticas. Un ejemplo de esa técnica está presentada en forma literaria en las Experiencias Guiadas. Pero también sabemos que la acción, y no solo el trabajo de las imágenes, puede operar fenómenos transferenciales y fenómenos autotransferenciales. No será lo mismo un tipo de acción que otra. Habrá acciones que permitan integrar contenidos internos y habrá acciones tremendamente desintegradoras. Determinadas acciones producen en el ser humano tal carga de pesar, tal arrepentimiento y división interna, tal profundo desasosiego, que esta persona jamás quisiera volver a repetirlas. Y, desafortunadamente, han quedado tales acciones fuertemente ligadas al pasado. Aunque no se repitieran tales acciones en el futuro, seguirían presionando desde el pasado; sin resolverse, sin entregarse, sin permitir que la conciencia traslade, transfiera, integre sus contenidos, y permita al sujeto esa sensación de crecimiento interno de la que hemos hablado anteriormente.

No es indiferente la acción que se realiza en el mundo. Hay acciones de las que se tiene registro de unidad, y acciones que dan registro de contradicción, de desintegración. Si se estudia esto cuidadosamente y a la luz de lo que se sabe en materia de fenómenos catárticos y transferenciales, este asunto (de la acción en el mundo, en lo que hace a la integración y desarrollo de los contenidos), quedará mucho más claro. Pero, desde luego, toda esta simulación de los circuitos para comprender el significado de la acción válida es un tema complicado. Entre tanto, nuestro amigo sigue diciendo: “¿Y yo qué hago?”. Nosotros registramos como unitivo y valioso, llevar a ese que está sentado en la acera (sin referencia en su vida), estas cosas que mínimamente conocemos, pero en palabras y en hechos sencillos. Si nadie hace esto por él, nosotros lo haremos (como tantas otras cosas que permitirán superar el dolor y el sufrimiento). Al proceder así, trabajaremos también para nosotros mismos.



Las Palmas de Gran Canaria. 29/09/78.
                                 Revisado por el autor el 10/10/96.



SGyP 

marzo 08, 2012

El Plus Energético - Silo





EL TEMA DEL “PLUS”

En el esquema evolutivo se observa como a medida que queda energía libre aumenta el desarrollo: si hay plus de energía se pueden dar nuevos saltos evolutivos. En los casos donde haya que emplear toda la energía en mantener la estructura, no se puede progresar, y si se llega al extremo de que se gasta más energía de la que se produce, hay deterioro y retroceso.

El avance entonces se consigue con la energía sobrante, con esa energía libre se pueden ir dando respuestas de adaptación creciente. Esto no es solo una cuestión de cantidad sino también de energía de mayor calidad. Con energía más depurada se pueden realizar incursiones en nuevas regiones.

Podría afirmarse entonces que: Todo progreso requiere plus de energía, esto es, más cantidad de energía y/o de mayor calidad. Donde no se consigue plus el avance se detiene o hay retroceso.

En el Proceso Humano


Que ciertos primates empezaran a caminar erguidos no solo contribuyó a poder aumentar el campo de visión y tener más perspectiva, sino que “liberó” los brazos, antes necesarios para trasladarse, para que pudieran ser utilizados en otras actividades más complejas y precisas, lo que aumentó notablemente sus habilidades. El correlato fue aumentar su capacidad craneal. Ya el Homo, al ir complejificando la actividad cerebral, pudo conseguir, entre otras cosas, y gracias a unas manos más precisas, una dieta más selectiva. Esta dieta más rica en nutrientes produjo una reducción del tamaño de sus intestinos y así pudo disponer de energía para aplicarla en desarrollar un cerebro más grande y complejo - lo que se ahorró en tripas se invirtió en cerebro -.

Ya en el homo sapiens es claro el proceso de ir utilizando cada vez menos energía para cubrir las necesidades básicas. Esto libera energía que puede ser aplicada en otros campos(1).  

Lo anterior son ejemplos de lo que se da en el simple evolucionismo. Pero quizás sea posible ir mas allá del lento evolucionar, avanzar a mayor velocidad. Para ello habría que conseguir un mayor caudal de energía libre.

Que es el Plus

Este tema del plus puede observarse en los procesos, tanto de los pueblos como de los individuos. Aquí vamos a referirnos al plano de la experiencia personal. Este es hoy nuestro tema.

En primer lugar tendremos que ir precisando qué significa “tener plus”, qué es eso de “generar plus”, sea en un tema, ámbito, situación, etc... En este sentido habrá que ir reconociendo los tonos internos, los estados energéticos, cómo circula la energía psicofísica, cómo se activa, cómo se expresa, dónde se atasca, cómo se puede canalizar, cómo se acumula, cómo se la vuelve más sutil, por indicar algunos de sus aspectos.

Otro de sus correlatos es ver esto del plus en distintos temas: en las conductas, en la resolución de conflictos, en las relaciones, en los ámbitos cotidianos y en la acción en el mundo en general. Hay ámbitos, personas, conductas, que producen o generan plus, por el contrario hay otros que bloquean o absorben una gran cantidad de energía. Allí se producen frenos y retrocesos.
   
Por último hay actitudes, creencias, miradas, armados de futuro, posturas mentales que me dan plus. Contrariamente hay otras que son verdaderos “agujeros negros”, donde se produce una gran absorción energética con resultados desvitalizadores.

Ejemplos de Plus (+)

Actuar con atención da plus (+): Un acto mecánico no genera + de energía. En oposición, un acto donde se pone atención genera + en varios sentidos. Por un lado, atender a lo que se hace mejora el tono energético al subir el nivel atencional. Pero  además se mejora la eficacia de la acción al hacerla con más cuidado. La cosa no queda ahí, sino que además se acumula más experiencia.

Esto revierte como + cuando en el 2o acto hay que hacer menos inversión energética que en el 1º.
Aprender es generar plus: Todo aprendizaje puede verse desde esta óptica del plus. Cuando se aprende un idioma, o una habilidad, o un procedimiento, se genera plus de energía. Ese aprendizaje incorporado permite avanzar al no tener que invertir tanta energía, en un segundo momento, para recorrer ese camino. La energía sobrante puede ser aplicada en nuevos avances.

Cubrir las necesidades básicas genera plus: Si no se tiene lo básico vital resuelto se dilapida mucha energía y se pone en peligro el funcionamiento de la estructura psicofísica. Temas como el comer, la vivienda, afectos, sexo, pueden ser resueltos de manera que quede plus o, por el contrario, pueden absorber gran cantidad de energía al quedar atascados en ellos por no poder normalizar esas situaciones. Tener estos temas resueltos genera plus para aplicarlo a otras cosas.

La salud como plus: Si la estructura psicofísica esta con salud se obtiene +. Si por el contrario está enferma habrá que derivar más energía para recomponerse y curarse, entonces esa energía no se podrá utilizar para otras actividades. Todos observamos que el nivel de rendimiento general psicofísico baja notablemente durante la enfermedad. Allí no hay plus.

Ampliar memoria es ganancia de plus. La memoria es la base del aprendizaje en la naturaleza y también en el hombre. La memoria se amplía con más atención, con algo más de esfuerzo, lo que implica más energía y de otra calidad, pero a su vez eso genera más + pues aumenta el nivel y la calidad del trabajo en general.

Quedarse atascado en problemas resta plus.  Resolver temas como: conflictos biográficos, situaciones existenciales mal armadas, posturas mentales mal emplazadas, direcciones de vida contradictorias, falsas esperanzas proyectadas ilusoriamente, enfoques de vida provisionales sin sentido profundo, etc. generan  plus o al contrario, si no se resuelven, pueden frenar e incluso llegar a invertir procesos.

El “dar” tiene que ver con el plus. Por un lado sin plus no hay energía para ayudar a otros. Al dar genero plus en la relación y plus en mi propio emplazamiento.

Tratar a los otros como me gustaría ser tratado, es plus. Pues esa actitud genera un tipo de conducta que por un lado mejora las relaciones, es decir da plus, y de otro lado produce crecimiento interior y mayor calidad humana, lo que también es plus, además abre el futuro, dando aun más plus.

Aspectos del Plus


La energía aplicada correctamente genera plus. Hay un emplazamiento y una dirección de generación de plus creciente.

Contar con plus no es un problema del “tener” en el aspecto de creer que quien tiene más plus es el que tiene más tiempo, cosas o dinero. El tema del plus es un tema de emplazamiento, de mirada, una forma de estar en el mundo con uno mismo, con la otra gente y entre las cosas. Se da la situación de gente que cuenta cada vez con más “recursos” pero se experimenta cada vez con menos plus. Aparentemente parece que van resolviendo temas: consiguen trabajo, se meten en pareja, crean familia, adquieren casa… y sin embargo existencialmente están cada vez más agobiados, más encadenados y con menos energía libre.

El plus tiene que ver con el registro que tengo de mi vida, de mi transcurrir. Me conecta cada vez más conmigo mismo y con mis intereses más profundos. Me abre a otros y amplía mi disponibilidad. El tema del plus, aplicado a lo cotidiano, es muy próximo al registro de ir liberándome progresivamente.

Correlatos del Plus


Los correlatos del plus están planteados en muchos de nuestros materiales. En Humanizar la Tierra se dice: “A medida que tu vida pasa, crece en ti la felicidad o el sufrimiento... si no crece en ti y en quienes te rodean la felicidad y la libertad, rechazaré tu ejemplo”(2).. No es alejado hacer cierta analogía entre este tema del plus y las cosas que me aproximan o alejan de la felicidad. En algunos casos esto tiene que ver con la capacidad de elegir, de decidir, de ampliar y profundizar relaciones con otros, tener más libertad de movimientos, construir ámbitos más acordes a lo que quiero, poner en marcha proyectos propios y en conjunto con otros, etc. Lo anterior sólo es posible construirlo con plus, con energía libre. Vemos que el plus tiene que ver con lo temporal, lo espacial y lo relacionante.

Se podrían ordenar las cosas precisando aquellas que generan plus y aquellas que no. Se puede escanear la propia vida desde esta óptica, desde los aspectos más personales, pasando por las actividades y relaciones cotidianas, los ámbitos y hasta llegar a los proyectos más amplios.

Ejemplo: Voy a ver a Pepito y después de la visita ¿qué pasa?, porque si salgo con más problemas que cuando entré, más deprimido y endeudado.... Todo eso es muy  distinto a si, después de visitarle, salgo con más entusiasmo, más optimista, con nuevos proyectos... Esto define el plus que obtengo de esa relación. Y lo mismo le pasa al otro en su relación conmigo. ¿Cómo quedó él después de mi incursión?, ¿Cómo lo dejé después de mi visita? ¿Peor aún de lo que estaba, o por el contrario abrió futuro y ordenó cosas, sintió el apoyo de un amigo...?.
 
Veamos otro caso. Establezco una relación, p. ej. de pareja. En general, cuando alguien se mete en la relación es porque esto le ayuda a resolver cosas o mejorar situaciones. Ahí hay posibilidad de abrir nuevos canales de expresión, ayudarse mutuamente, generar un trato gratificante para ambos. Esa relación parece beneficiar a ambos. Es decir genera plus. Pasa el tiempo y ¿qué ha ocurrido?, ¿hemos ido aumentando ese plus o ha ocurrido lo contrario?, porque puede ser que ya no se resuelvan aquellos temas que nos motivaron, y no sólo eso, sino que además ahora nos hemos encadenado a nuevas cosas no proyectadas en su momento. Es decir, no sólo no resuelvo necesidades sino que la relación me ha creado otras nuevas ataduras que antes no tenía y ahora me encuentro con mucho menos plus  que al principio.

Hay situaciones “antiplus”, son como un agujero negro: aquellas de las que no solo no se obtiene plus sino que absorben una enorme cantidad de energía. Este es el perfil de las situaciones conflictivas.   

Como el sistema trabaja tratando de absorber el Plus


Donde hay plus el sistema trata de absorberlo para su propio beneficio hasta agotarlo. Porque la gente con plus puede pensar, reflexionar sobre su vida, cuestionar las cosas, hacerse preguntas y tratar de encontrar respuestas, puede luchar, movilizarse, organizarse, etc. Por el contrario la gente con poco plus es más manejable, más débil, más vulnerable, más dócil, sumisa e hipnotizable.

El sistema trata de que la gente no pueda cubrir adecuadamente los temas básicos y si, gracias al desarrollo y avance de la ciencia, los pueda resolver, el sistema trabajará para crear nuevas necesidades superfluas.

Vemos cómo opera en temas precisos:

Importantes necesidades básicas están relacionadas con el agua p. ej. Hay lugares donde para resolver el problema de beber agua en la familia hay que invertir varias horas al día. En otros países eso esta resuelto, pues se tiene agua potable canalizada. Teniendo agua corriente se genera plus. En este caso ¿cómo opera el sistema?, ¿cómo hace para redireccionar ese plus que queda? Opera tratando de condicionar que el tema de la bebida se resuelva de otra manera. Al sistema no le interesa que se beba agua corriente, en todo caso si se bebe agua que sea embotellada y lo mejor es beber Coca-Cola. El sistema opera deformando las necesidades básicas.

Al sistema no le interesa p. ej. alguien con buena salud. Está muy claro porque no desarrolla una política de medicina preventiva. Prevenir las enfermedades daría plus al individuo y eso no es rentable para el sistema. El individuo enfermo produce economía. Si un individuo a lo largo de su vida tiene un montón de enfermedades, varias operaciones, consume un sin fin de pastillas, utiliza varias prótesis, se hace implantes, cirugías, va repetidamente al hospital, a balnearios, etc., ese tipo es muy rentable porque mueve la economía. Pero ese otro tipo enjuto y sano como un roble, que durante 80 años solo se tomo una vez una aspirina, ese, ¡ese es una ruina para el sistema¡.

Lo mismo ocurre en el tema de las relaciones. Al sistema le interesa que la gente tenga problemas, líos, conflictos,  inseguridad, aislamiento, desconfianza de otros, etc. pues todo eso también mueve economía, activa a los sicólogos, siquiatras, a los abogados, hay demandas, guardas, jurados, policías, ejércitos, además se canalizan las inseguridades hacia tener  posesiones y eso activa el consumismo. (El perfil del mejor cliente de los grandes almacenes es aquel /la individuo /a de mediana edad cuya pareja trabaja 15 horas al día, tiene amante, además de conflictos con los hijos y no tiene amigos.)
 
El sistema activa todo lo que crea dependencia. Con la publicidad genera dependencia ya desde edad temprana. Induciendo consumir ciertas comidas, bebidas, juguetes, moda, etc.. Esta dependencia va a tratar de incrementarla a lo largo de la vida del individuo. Le irá dando pautas sobre lo que tiene que vestir, comer, dónde viajar, qué regalar, etc. y todo eso programado para ciertas fechas… así será un buen ciudadano.

El sistema promueve valores trampa como el de “la familia”, p. ej.  Declamativamente habla a favor de ella, la familia por aquí, la familia por allá,  pero la verdad es que al sistema le interesa que la familia funcione lo peor posible y que sea conflictiva. !Claro¡ no lo van a decir directamente “¡nos interesa que Uds. se lleven mal¡”. No, dice  lo contrario. Pero veamos ¿qué es lo que hacen? ¿Cuál es la dinámica que induce el sistema?: la de no dejar tiempo para las relaciones en la pareja, ni para atender a la familia, no hay tiempo para los hijos, dejándolos a merced de la TV, impulsando el consumo de cosas superfluas, deformando hábitos alimenticios, de estética, de sexo. Es decir hace todo lo que favorece que la familia y el individuo tengan problemas. Es mucho más interesante aún que le vaya mal a la pareja después de haberse metido en el crédito de la casa. Ahí están los dos totalmente pillados...

El sistema absorbe no solo el plus que se tiene, también el que no se tiene, el plus futuro. Esto lo hace con los créditos. En los créditos hay una pequeña parte de verdad y una gran mentira y una estafa de fondo. En general se apoyan en una necesidad, en base a ella montan una gran trampa que hace que la gente caiga “por propia decisión”. Es inmoral poder condicionar el futuro de una persona si esa persona no sabe cómo le va a ir. Es un engaño que acaba inmovilizando a la gente. La misma gente lo verbaliza cuando expresa: “con el crédito, me pongo la cadena y así me obligo” (ver anexo).  De esta manera hay gente que se encadena de por vida. Es la nueva forma de auto esclavitud “voluntaria” de estos tiempos.
   
El sistema opera proponiendo cosas superfluas hasta que la gente las considera “necesarias”. Va trasladando lo secundario y lo superfluo a lo central y escamoteando lo que es importante, creando de esta manera confusión en la gente entre sus necesidades básicas y sus deseos.

Errores en el armado de las situaciones


Hay que estudiar cómo tiene uno los armados básicos, donde presiona la ideología del sistema. Una situación determinada puede darme plus, pero si se me cuela la propuesta del sistema la cosa se puede invertir.

Un ejemplo es el económico. El medio no me facilita las cosas, en general trata de subirme las exigencias, las necesidades y recortarme lo que recibo como salario. Puedo ajustar las cosas para gastar algo menos de lo que recibo, pero también puedo gastar por encima de mis posibilidades. En un caso genero plus, en el otro voy encadenándome progresivamente. El sistema va a procurar introducirme en ese camino.

Otro ej. Volvemos a la pareja. Puede ocurrir que ese armado, que en un inicio daba plus, se invierta y al cabo del tiempo reste enorme energía. Puede ocurrir que aquellos intereses iniciales, que fueron el motivo de juntarse, ya no se estén completando. Es decir, que ya no exista esa reciprocidad afectiva del comienzo y/o tampoco se cubran necesidades a nivel de sexo., etc. Puede llegar a ocurrir además que la relación se haya deteriorado. Si a lo anterior le sumamos créditos, etc., el ámbito puede acabar experimentándose como una cárcel donde no solo no se cubre lo básico, interés inicial, sino que se han sumado un montón de cosas no previstas que chupan una cantidad enorme de energía e impiden avanzar en lo que realmente se quiere.

Aunque no es fácil medir este tema del plus, si hay claro registro interno de él. El lenguaje coloquial lo recoge en esas expresiones, cada vez más habituales, como: “estoy a tope”, “no doy más”, “no me da el tiempo”, o aquellas otras como: “estoy desvitalizado”, o “me encuentro sin ganas”. Todas ellas son claras alusiones a este tema del plus.   

Errores de aplicación del Plus


Al contrario de lo que se puede pensar el mayor problema no es tanto generar plus sino una vez conseguida esa energía libre aplicarla en la dirección adecuada. Se dan errores en cuanto a la aplicación de ese plus sobrante. Los desajustes no solo son por defecto sino que también pueden darse por exceso de aplicación de energía.

Hay casos en los que se genera energía libre y el individuo acaba enredándose al tratar de “mejorar” su situación. Esto sucede cuando se sobredimensionan los temas y no se los proporciona con otros intereses. Normalmente ocurre cuando se va más allá de actuar en base a la “necesidad”. La aplicación temporo/mental sobre ciertos temas puede llegar a ser obsesiva ocupando gran cantidad de horas diarias. Son casos de errores por exceso de aplicación en un tema. El problema es que en general no se los considera como fallos. P. ej. si alguien centra toda su vida en un solo aspecto abandonando otras facetas, ya sea en los “estudios” para el estudiante, el “hijo” para la madre, o el “trabajo” para el profesional, etc., es casi seguro que va a tener dificultades y su vida procesará de manera complicada. Se dará sobre-saturación en algunas facetas y desatención en otras, lo que aumentará la desproporción. Esto se manifestará en lo inmediato o en el proceso. 

Los casos de fallas por falta de aplicación o de atención a una situación o tema son conocidos y bien perfilados. 

Otro error grave es condicionar en el presente, para cierto beneficio momentáneo, el plus de los próximos años: es el “disfrute hoy y pague mañana”. Esto es un engaño y una manipulación grave. Se trata de desligar temporalmente las consecuencias de un acto, ofreciendo lo positivo o agradable al presente y la parte negativa alejándola en el futuro. Desligar ambos temas es una monstruosidad parecida a desligar lo negativo de un exceso en comida del placer al ingerirla. Si nos postergaran el registro de malestar por exceso, estaríamos ingiriendo alimentos hasta que fuera gravemente perjudicial para nuestra salud.

Vértigo al plus


El grado de libertad que se tiene en decidir en qué aplica su tiempo cada uno es una de las manifestaciones del plus. Contar con tiempo libre sería una de las manifestaciones del plus. Pero en algunos casos se da una suerte de vértigo ante la posibilidad de decidir. No se tiene hábito, costumbre. Si se está viviendo una vida en función de... (compromisos, obligaciones, requerimientos, otros intereses, etc.), que en algún momento se cuente con plus puede producir perturbaciones y desestabilizaciones. En occidente la mayoría de las depresiones se dan en los días domingos (en el ciclo semanal) y en las vacaciones (en el ciclo anual), curiosamente las épocas de mayor plus. En algunas sociedades se están dando temor al tiempo libre. Para contrarrestar esto han surgido empresas dedicadas a asesorar y planificar  vacaciones donde la gente esté siempre “ocupada” y así evitar ese vacío que da eso de tener “tiempo para hacer lo que uno quiera” que resulta tan desequilibrante para algunos.
 
“Estar siempre ocupado”, se ha convertido en un estado vital muy propio de nuestra época en la cultura occidental. Esta falta de disponibilidad es muchas veces una justificación que opera como ocultamiento de otro tipo de problemas que no se acometen. La dinámica del sistema opera eliminando la disponibilidad para los temas principales y contrariamente deriva toda la energía hacia los temas superficiales y secundarios. De esta manera actúa siempre sin resolver los problemas de fondo.

La paradoja del Plus


“Se tiene menos plus cuanto más se está en temas secundarios desde donde se interpreta que no se puede estar en temas importantes porque no se tiene plus”. Desde esa postura mental no hay salida. “El plus surge cuando progresivamente se van colocando en la vida como prioritarios los temas esenciales”. Luego el plus está más relacionado con el ordenamiento de las prioridades vitales que con supuestas condiciones que a cada uno le toca vivir.

Otro tema importante es dónde se aplica la energía que va quedando libre. Nos estamos refiriendo a la dirección en la que se va aplicando ese plus de energía.

En general se observa que el mayor problema no es de falta de plus sino de incorrecta aplicación de la energía de que se dispone. Una cuidadosa evaluación evidenciaría que allí donde se interpreta que no hay plus en realidad puede que sí lo haya, pero lo que ocurre es que se está aplicando a temas secundarios.

En realidad todos disponemos del resto de nuestra vida por delante y para cada uno el día tiene 24 horas y cada uno decide en qué aplicar ese espacio de tiempo. Que unos lo dediquen a los temas esenciales y en base a ellos ordenen todo lo demás y que otros posterguen los esenciales y se pierdan en cosas importantes, pero secundarias y sin-sentido si se olvida lo esencial, marca una diferencia importante de posición mental. Es lo que diferencia el tener la cabeza bien o mal puesta. No hay plus cuando “se está en otras cosas” diferentes de los temas esenciales.

Claro, con esto no nos referimos a los casos donde un análisis cínico pretende justificar una postura porque en realidad se tienen otras prioridades. No, nos referimos a aquellos casos donde realmente se piensa que la propia situación es de no poder tener energía para avanzar. En este caso hay que hacer un reordenamiento de conductas según los intereses esenciales. El indicador de que ese ordenamiento se hace adecuadamente es que comienza a aparecer el plus. Ese ajuste de prioridades, muy probablemente, vaya acompañado con un “soltar” aquellos ensueños, aquellas falsas esperanzas que chocaban con, o distraían de, los intereses más importantes.
El plus tiene una vía de canalización que le da sentido y que multiplica su efecto. Esta es: aplicarlo en la ayuda a otros. Esto, entre otras cosas y de forma interrelacionada, va subiendo el propio nivel existencial y mejora la calidad del operador. Aplicar el plus de esta manera centrífuga, hacia otros, es una vía de salir del sin-sentido.

Interesa poner ciertas herramientas de trabajo interno en manos de quienes tienen claros proyectos de acción porque esos trabajos liberan nuevos caudales de energía que de esta manera son aplicados en beneficio de otros. Si no fuera así, es decir, si se avanzara en liberar energía sin aplicación correcta y concreta, podría llegar a ser perjudicial para el propio individuo.

Síntesis


Evaluación del Plus. Cuáles son los indicadores que tengo de si avanzo en plus o no:


  • ¿Tengo cada vez más tiempo libre para mí y para decidir qué hacer con él?
  • ¿Tengo más disponibilidad para relacionarme con otros?
  • ¿Aplico cada vez menos tiempo a resolver los temas básicos?
  • ¿Aumenta el número de conocidos y de mis relaciones en el tiempo?
  • ¿Tengo mucho desajuste económico? (deudas, préstamos, etc.)
  • En los ámbitos básicos (pareja, familia, amigos) ¿tengo plus?
  • En el trabajo ¿avanzo en plus?
  • En la acción en el mundo, ¿percibo que voy construyendo, afianzando y generando plus?
  • ¿Voy ampliando cada día la disponibilidad para estar conmigo mismo?

Indicadores de Plus


Los indicadores de plus más generales tienen que ver con aumento de disponibilidad en la conducta y menor tironeo de los temas básicos en cuanto a mentación.

En ambos casos, tanto en la mentación como en la conducta,  se puede estudiar qué proporción se aplicará a resolver temas básicos, cuál a temas accesorios o secundarios y qué proporción a los temas de mayor importancia y más esenciales.

La paradoja del Plus


“Se tiene menos plus cuanto más se está en temas secundarios desde donde se interpreta que no se puede estar en temas importantes porque no se tiene plus”. Desde esa postura mental no hay salida. “El plus surge cuando progresivamente se van colocando en la vida como prioritarios los temas esenciales”. Luego el plus está más relacionado con el ordenamiento de las prioridades vitales que con supuestas condiciones que a cada uno le toca vivir.

Dos temas básicos


  • Encontrar el emplazamiento desde el que se tiene plus e ir progresivamente  desarrollándolo.

  • Aplicar ese plus en ayudar a otros. 

El trabajo interno como generador de Plus


Todos los temas de trabajo interno, desde el trabajo personal, pasando por los trabajos en grupo, retiros, hasta los centros de trabajo van en la dirección de ir generando nuevas posibilidades, de ir liberando energía atascada en temas, en aspectos secundarios, para ir redireccionándola hacia los temas esenciales.

La estructura como generadora de plus


Trabajar con gente ayudándola y capacitándola puede ser una de las herramientas donde se genera mayor cantidad de plus. En el momento 1 yo hago un trabajo, pero en un 2º momento yo no hago ese trabajo, comienzo a hacer otro y hay 10 o 15 que ahora hacen aquel trabajo que yo hacía. Todo se ha multiplicado cuantitativamente y cualitativamente.

Otro tema generador de plus es el trabajo en equipo que se da en las estructuras. Aprovechar el intercambio de experiencia y de puntos de vista de otros puede ser algo de gran valor si se alcanza a comprenderlo.

Se puede tener mal armado el enfoque estructural y en vez de generar plus se produce pérdida de energía. En ese caso seguro que hay que reenfocar desde distintos puntos de vista y sobre todo desde el punto de vista del emplazamiento y del proceso.

El proceso humano acumula Plus


Si nos ubicamos con perspectiva histórica el avance de la humanidad tanto en su aspecto tecnológico como de conocimiento y experiencia se nos presenta a nosotros, que irrumpimos en un momento dado, como una enorme cantidad de plus puesto a nuestra disposición. Es un enorme bagaje de energía, la acumulada en el proceso humano, y tenemos que aprovecharlo para proyectarlo aún más hacia el futuro.
           
Cuando el proceso no encuentra como direccionar el enorme plus acumulado y se invierte el sentido de la energía, ésta se vuelve sobre sí produciendo entropía, con sus efectos concomitantes de tensiones, crisis, choques y explosiones internas. Las contradicciones del momento histórico actual tienen que ver con no aplicar correctamente el plus con que cuenta la civilización para resolver definitivamente y de una vez por todas, los problemas básicos de la especie humana. Cosa que está en condiciones de poder hacer.

Podríamos sintetizar todo esto en que hay dos posturas, dos formas de estar en el mundo: una en la que se va progresivamente generando plus, a la que corresponde mayor manejo de la propia vida, ir aplicándose uno a lo que quiere realmente, con mayor disponibilidad hacia los demás y a los temas esenciales propios, con registro de acuerdo y claro indicador de que “por ahí va...” y otra en la que la cosa va declinando y hay cada vez menos encaje, se van postergando temas esenciales, aumentan el encerramiento, las limitaciones, la contradicción y como correlato la desvitalización progresa. 


Nota:

Ver en la Arenga de Silo “La Curación del Sufrimiento” el tema de la necesidad y el deseo. 




(1) La proporción entre las masas de “cerebro/intestino/otras vísceras” en los primates es 1/3/4 mientras que en el hombre es 2/2/4 lo que le permite mayor irrigación sanguínea al cerebro. La proporción del metabolismo basal que utilizaba el cerebro del australopiteco era del 9% y el hombre hoy utiliza un 22%. Las proporciones se distancian más a medida que bajamos en la escala evolutiva.
(2) La pregunta. Paisaje Interno. Humanizar la Tierra.- Silo. Ed. Plaza-Janes - Barcelona





SGyP