enero 30, 2012

La Acción Transformadora - Silo

 LA ACCIÓN TRANSFORMADORA



(Charla de Silo en mayo de 1989)


Uno de los rasgos más notables y curiosos del ser humano es su actitud y respuesta frente a la posibilidad de cambio. Este, el cambio, le causa simultáneamente fascinación y horror, atracción y rechazo.


Cuando las cosas van bien pretendemos eternizarlas; si no es así, si no marchan de acuerdo a nuestras expectativas, lo lógico, aparentemente, sería querer transformarlas; lo paradójico es que si a alguien que sufre le preguntamos si quiere dejar de hacerlo, la respuesta afirmativa es inmediata, pero su decisión flaquea cuando cae en cuenta que debe hacer "algo" para salir de su estado, debe poner de sí un esfuerzo, aunque sea mínimo. Además, pareciera que cruza por su mente, aunque sea fugazmente, el temor a lo que venga como fruto del cambio no sea mejor que lo anterior.


Sin embargo, también es cierto que el solo término "rutina" causa malestar y la gente añora cambios liberadores.


En otras palabras, si todo va bien, quiero que dure para siempre. Si va bien, pero rutinariamente, quiero cambios y si va mal también quiero cambios, aunque lo incierto del resultado del cambio me produce un temor paralizante que se suma a la dificultad de hacer un relativo esfuerzo por producirlo.


Así, tenemos casi unanimidad en la pretensión de una felicidad creciente y en la superación del sufrimiento. También estamos todos de acuerdo (o casi todos) en que queremos un mundo mejor y en paz, pero frente a este acuerdo nos encontramos con la discusión de si debemos hacer algo o no hacer nada, si ese algo lo debemos hacer nosotros u otros más audaces y capacitados.


Como consecuencia de todo esto podemos llegar a la ridícula situación de que efectivamente unos pocos hacen y deciden por todos; por ejemplo, deciden poner el planeta en peligro de volar en pedazos, naturalmente incluyendo a ese 99 % que no está de acuerdo pero que tampoco hace nada por evitarlo, no hace nada por defender su vocación pacifista y constructiva.


¿Quién podría dudar de que la inmensa mayoría no quiera la guerra, la pobreza, la injusticia o el hambre?


Sin embargo, acá estamos, en un mundo al borde de una crisis generalizada, crisis que va mucho más allá de los misiles o del peligro de una guerra, una crisis que abarca todos los factores que inciden en el ser humano.


La violencia, reflejo del sufrimiento, se demuestra en todas las facetas y campos de acción; el ataque del sistema hacia el hombre, del hombre contra su hermano y también del hombre en contra de sí mismo, en un inaudito afán autodestructivo como fuga total ante un problema que siente que lo sobrepasa.


Hay cambios sucesivos que se dan sin nuestra aparente participación, cambios en los valores, en la moral, en el concepto de Dios, en el progreso material. Tantos cambios y tan rápidos que pareciera que a la especie humana no le es posible responder a ellos, que no le es posible absorberlos y utilizarlos positivamente dejándole una sensación de inestabilidad e inseguridad.


De tal manera, que aquellos que enseñan con el quietismo, con el no cambio, ya que sus situaciones son buenas aparentemente, o no lo son, pero no se sienten con fuerzas para cambiarlas, se ven inevitablemente envueltos en un medio cambiante que los condiciona sin alternativa.


Así como la presencia o ausencia del sol condiciona la vida, para la vida en todas sus formas no le es indiferente el medio que la rodea. Por el contrario, le es indispensable. La vida surge al darse en el medio la posibilidad de su existencia.


Si nos ha correspondido una época como la actual, de cambios súbitos, no podemos negarla mediante artificios sicológicos. La influencia de los medios de difusión y enseñanza, la TV., los periódicos, los avances tecnológicos, las relaciones familiares o de trabajo, hacen imposible sustraerse al efecto del medio que nos rodea.


Así, si alguien sueña con la posibilidad de que, por ejemplo, en Latinoamérica no sucederá nada porque está lejos de los centros de conflicto; ese sueño podría transformarse en pesadilla a corto plazo ya que no ha comprendido que la civilización actual es una sola, sintética e interactuante en todos sus factores.


O acaso el efecto de la crisis del petróleo o de la recesión económica no se ha dejado sentir en Brasil, Guinea Ecuatorial o Sri Lanka?


Acaso existe algún lugar del planeta en que las grandes potencias no ejerzan su influencia para bien o para mal? Acaso el descubrimiento de la penicilina, de los misiles Exocet o del teléfono no alcanzan a Nueva Zelanda o Argentina o a usted mismo en sus efectos, modificando sus sistemas de relación y su forma de vivir?


Vea cada cual como la situación social, económica, religiosa o política de su país o ciudad influye en su vida personal y más íntima, en sus costumbres y hábitos, en su forma de vestir, de hablar, de reír, de amar o de odiar.


Estamos hablando de crisis, y de las dificultades del hombre en su adaptación a un medio cambiante. Por lo dicho hasta ahora, a alguien le podría parecer que estamos de acuerdo en que esta situación es sin salida. Pero definitivamente no es así. Nosotros negamos categóricamente esa perspectiva apocalíptica de la situación y afirmamos enfáticamente la vida y el futuro. Creemos que la situación humana es la de estar frente a una de las grandes oportunidades de su historia, frente a la opción de producir un cambio de dimensiones desconocidas hasta ahora.


Los procesos evolutivos no se desarrollan en línea recta ni con tiempo o aceleraciones constantes, sino acumulativamente, produciendo superaciones en forma gradual, pero siempre llega un momento en que la acumulación de nuevos elementos produce un desequilibrio que provoca la ruptura del momento anterior, lo que abre la posibilidad de un salto de cualidad con respecto a momentos anteriores.


Estamos diciendo que el progreso y el avance se producen en base a crisis periódicas y esas crisis son proporcionales al posible cambio. A mayor crisis, más profundo, global e interesante puede ser el cambio, si dicha crisis no llega a sobrepasar nuestra capacidad de respuesta.


Considerado globalmente, el sistema en que nos ha tocado vivir tiene muchísimos elementos que es indispensable sean cambiados desde su raíz más profunda, ahí, en su metodología violenta e inhumana.


Este sistema es producto de la acumulación de la historia social, con todas las ventajas y desventajas que eso implica, y nosotros tenemos el derecho a pedir el cambio inmediato de todo aquello que no vaya a favor de la vida; y esa posibilidad existe gracias a la crisis.

Depende entonces de nosotros, la respuesta que demos ante esa situación de necesidad y el que la transformemos radicalmente, aprovechando la oportunidad y el derecho que nosotros ahora tenemos, pero que otros, las generaciones venideras, también juzgarán.

Es claro que una crisis nos abre las puertas de un posible cambio de dirección, ya que es entonces cuando surge la reflexión humilde en reemplazo de la lejana soberbia.

Es en situaciones de crisis en que nos acordamos más fácilmente de Dios o de nuestro Guía Interno y nos prometemos afanosamente correcciones de rumbo.


Para transformarse, un individuo debe estar en condición inestable susceptible al cambio.


Nuestro problema es la proporción entre la crisis y la habilidad de transformarla en útil para el ser humano, y es en ese sentido en que se dan nuestras propuestas de fondo.


Desde otro punto de vista, tenemos que admitir que en principio el desorden no nos gusta, pero hagamos memoria y veremos que también las mejores situaciones conllevan crisis que normalmente las acompañan. El dar a luz es una crisis que nos da la posibilidad de un hijo, un examen de grado es una crisis que nos da la posibilidad de un título universitario.


Pero en todos esos casos hemos necesitado un esfuerzo para aprovechar positivamente la situación.


Por tanto, reconociendo la gravedad del momento, quitemos esa connotación trágica a las crisis y veámoslas como las grandes oportunidades de crecimiento y transformación de un ser vivo, ya sea este un individuo o una sociedad.


Entonces, tenemos una situación de inestabilidad que nos abre posibilidades y al mismo tiempo nos condiciona, de tal forma que la Comunidad misma nace como respuesta a la crisis. O dicho de otro modo, el que estemos acá hoy, se lo debemos a la crisis.


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¿Y por qué reunirnos, por qué trabajar en grupos?


Intentar solos el cambio del medio o de uno mismo, si no es imposible, es muy difícil, entre otras cosas por el peso de los hábitos y grabaciones personales que desvían o frustran los mejores proyectos. Es por esto que La Comunidad forma ámbitos que tienen su expresión concreta en los Consejos.


En estos consejos, en sus distintos niveles, donde nosotros hacemos llegar nuestro aporte y encontramos apoyo y abrimos puertas para que otros se sumen a esta tarea por la libertad humana. Es en esos consejos donde encontramos los indicadores del resultado de nuestra acción en el mundo.


Y de esa forma, varios miles de personas como nosotros, repartidos a lo largo y ancho de los cinco continentes, actuando organizadamente frente al desorden, alegremente frente al aburrimiento, con resolución frente a la apatía, solidariamente frente al egoísmo dan lo mejor de sí y lo aportan activamente a la sociedad y al hombre.


La Comunidad por tanto, no es un ámbito de fuga, ya que no desconoce los cambios que se están produciendo, sino por el contrario pretende actuar con ellos y sobre ellos, reorientándolos.

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Hemos dicho que una de las principales resistencias del ser humano en su vida es el reconocer que lo único que existe de permanente es el permanente cambio. Hemos dicho también que el medio cambiante nos pone condiciones que nos influyen y provocan transformaciones en nosotros.


Debería quedar en claro así, que la opción no es cambiar o no cambiar, sino que, es cómo o qué cambiar, si vamos a participar como agentes o como meros pacientes del cambio, pero éste, en sí mismo, es inevitable. Esa es la opción y no otra; el de optar por la no elección es una elección, nos guste o no.


Cada acción, cada movimiento de mi cuerpo, de mi mente o de mis emociones produce cambios en el medio que me rodea, produce transformaciones. La alegría o tristeza con que doy las gracias o pido un favor, producen consecuencias a mí alrededor y esas consecuencias serán las respuestas del medio hacia mí, produciendo en mí, cambios y transformaciones en todo momento.


Es esta hora en que el hombre duda frente a un medio que aparece como inestable, nosotros pretendemos ofrecerle ese ámbito que mencionamos, ese medio que le servirá de referencia dándole lo que más necesita en estas circunstancias: dirección y fe.


Pero aún teniendo ese medio posibilitario que abre el futuro y le da dirección, nada será posible si no nos decidimos resueltamente a actuar provocando nosotros ese cambio, si no nos decidimos a ser protagonistas de nuestra propia historia y nuestro propio destino, ya que la gran diferencia con los demás seres vivos y con el resto de la naturaleza, lo que nos define como humanos es nuestra capacidad de intencionalidad, esa intencionalidad que nos permite optar, elegir entre el gris quietismo autodestructivo y la luminosa posibilidad de crecer infinitamente.


Así, la pregunta es si seremos espectadores de la vida o promotores de acciones que organicen la transformación a nuestro alrededor, reales transformadores vitales que midan y proyecten en su accionar las consecuencias que produciremos en nosotros y en otros.


Debes entonces asumir y dar una respuesta de suprema rebeldía constructiva a este medio en crisis y cambiante y así nuestra propuesta es la acción que promueve la simultánea modificación personal y del medio, aquella acción que provoca el cambio intencionalmente y lo dirige con un sentido de futuro abierto, amplio, generoso, y así verás pronto renacer con fuerza en el corazón de los hombres y los pueblos, la luz de la vida.


Nuestra propuesta es alegre, resuelta y permanente ACCIÓN TRANSFORMADORA; Acción Transformadora que es aquella plena de intencionalidad orientada al cambio humanizador de nosotros mismos, del medio que nos rodea y de toda esta tierra, nuestra tierra.




PARA TODOS, PAZ, FUERZA Y ALEGRÍA

















enero 19, 2012

Conciencia Inspirada - Silo

                                                    



 De: Apuntes de Psicología, Psicología IV - Silo

                                                          La “conciencia inspirada”.

La conciencia inspirada es una estructura global, capaz de lograr intuiciones inmediatas de la realidad. Por otra parte, es apta para organizar conjuntos de experiencias y para priorizar expresiones que se suelen transmitir a través de la Filosofía, la Ciencia, el Arte y la Mística.

En orden a nuestro desarrollo, podemos preguntar y responder un tanto escolarmente: 
¿Es la conciencia inspirada un estado de ensimismamiento o de alteración? 
¿Es la conciencia inspirada un estado perturbado, una ruptura de la normalidad , una extrema introyección, o una extrema proyección? Sin duda que la conciencia inspirada es más que un estado, es una estructura global que pasa por diferentes estados y que se puede manifestar en distintos niveles. Además, la conciencia inspirada perturba el funcionamiento de la conciencia habitual y rompe la mecánica de los niveles. Por último, es más que una extrema introyección o una extrema proyección ya que alternativamente se sirve de ellas, en atención a su propósito. Esto último es evidente cuando la conciencia inspirada responde a una intención presente o, en algunos casos, cuando responde a una intención no presente pero que actúa copresentemente.

En la Filsofía no son de importancia los sueños inspiradores, ni las inspiraciones súbitas, sino la intuición directa que aplican algunos pensadores para aprehender las realidades inmediatas del pensamiento sin intermediación del pensar deductivo o discursivo. No se trata de las corrientes "intuicionistas" en Lógica y en Matemáticas, sino de pensadores que privilegian la intuición directa como en el caso de Platón con la Ideas, de Descartes con el pensar claro y distinto, descartando el engaño de los sentidos y de  Husserl con las descripciones de las nóesis, "suspendiendo el juicio” (epojé)

En la historia de la Ciencia se rescatan ejemplos de inspiraciones súbitas que permitieron avances importantes. El caso más conocido, aunque dudoso,  es el de la famosa “caída de la manzana de Newton” . Si así hubiera ocurrido, deberíamos reconocer que la súbita inspiración fue motivada por una lenta pero intensa búsqueda orientada hacia el sistema cósmico y la gravedad de los cuerpos. A modo de ejemplo, podemos tener en cuenta otro caso como el ocurrido al químico Kekulé  Éste soñó una noche con varias serpientes entrelazadas que le sirvieron de inspiración para desarrollar las notaciones de la química orgánica. Sin duda que su preocupación constante por formular los enlaces entre substancias siguió actuando aún en el nivel de sueño paradojal, para tomar la vía de la representación alegórica.

En el Arte hay muchos ejemplos de sueños inspiradores. Tal el caso de Mary Shelley . Esta había declarado ante sus amigos,  que sentía esa “...vacía incapacidad de invención que es la mayor desdicha del autor”, pero esa noche vió en sus sueños al horrendo ser que motivó su novela de “Frankenstein o el Prometeo moderno”. Otro tanto ocurrió con el sueño de R. L. Stevenson  que puso en marcha su relato fantástico “El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde”. Por cierto que las inspiraciones vigílicas de escritores y poetas son las más abundantemente conocidas del campo de las artes. Sin embargo, por otros medios hemos llegado a conocer inspiraciones de pintores como Kandinsky  que en "Lo espiritual en el arte", describe la necesidad interior que se expresa como inspiración en la obra artística. Artistas plásticos, literatos, músicos, danzarines y actores, han buscado la inspiración tratando de colocarse en ambientes  físicos y mentales no habituales. Los diferentes estilos artísticos, que responden a las condiciones epocales, no son simplemente modas o modos de generar, captar e interpretar la obra artística, sino maneras de "disponerse" para recibir y dar impactos sensoriales. Esta "disposición" es la que modula la sensibilidad individual o colectiva y es, por tanto, el pre dialogal  que permite establecer la comunicación estética.

En la Mística encontramos vastos campos de inspiración. Debemos señalar que cuando hablamos de "mística" en general, estamos considerando fenómenos psíquicos de "experiencia de lo sagrado" en sus diversas profundidades y expresiones. Existe una copiosa literatura que da cuenta de los sueños , las “visiones” del semisueño , y las intuiciones vigílicas  de los personajes referenciales de religiones, sectas y grupos místicos. Abundan, además, los estados anormales y los casos extraordinarios de experiencias de lo sagrado que podemos tipificar  como Éxtasis o sea, situaciones mentales en que el sujeto queda absorto, deslumbrado dentro de sí y suspendido; como Arrebato, por la agitación emotiva y motriz incontrolable, en la que el sujeto se siente transportado, llevado fuera de sí a otros paisajes mentales, a otros tiempos y espacios; por último, como "Reconocimiento" en que el sujeto cree comprenderlo todo en un instante. En este punto estamos considerando a la conciencia inspirada en su experiencia de lo sagrado que varía en su modo de estar frente al fenómeno extraordinario, aunque por extensión se han atribuido también esos funcionamientos mentales a los raptos del poeta o del músico, casos en que "lo sagrado" puede no estar presente.

Hemos mencionado estructuras de conciencia a las que llamamos "conciencia inspirada" y las hemos mostrado en grandes áreas conocidas como la Filosofía, la Ciencia, el Arte y la Mística. Pero en la vida cotidiana, la conciencia inspirada actúa con frecuencia en las intuiciones o en las inspiraciones de la vigília, del semisueño y el sueño paradojal. Ejemplos cotidianos de inspiración son los del "pálpito", del enamoramiento, de la comprensión súbita de situaciones complejas y de resolución instantánea de problemas que perturbaron durante mucho tiempo al sujeto. Estos casos no garantizan  el acierto, la verdad, o la coincidencia del fenómeno respecto a su objeto, pero los registros de "certeza" que los acompañan, son de gran importancia.




enero 13, 2012

Cambió el Mundo - Silo






Notas tomadas anoche sobre lo que habló Silo en el Parque de Chile.

NOTAS DE LAS PALABRAS DE SILO EN MANANTIALES
28-05-2010

 Con respecto a los parques, estamos prácticamente en los 30 parques de los que hablábamos, unos mas adelantados, otros menos. No crean ustedes que el crecimiento de los parques será siempre así. Este proceso de crecimiento de los parques se va a frenar. Esos parques que están ahí no cayeron del cielo, fueron creados por los nuestros, pero ahora estas personas precisan ocuparse de muchas cosas en esos parques. Entonces eso se va a estacionar. Las personas se irán aglutinando en los parques y llegará el momento en que los parques se saturarán y alguien va a decir: Aquí hay muchos indios para un solo parque, ¿porque no construimos otro parque? Después de un tiempo, mas adelante, por necesidad, por saturación se van a empezar a crear nuevos parques.

 No es razonable pensar diferente. La tendencia será que cada uno consolide sus actividades en algún parque próximo. ¿Cómo nos vamos a distribuir en los diferentes parques que ahora son unidades autónomas?  Lo que se decida en un parque será válido para ese parque, no para otros. Descentralización, interesante! Las cosas se harán de acuerdo con lo que las personas hagan, no con lo que digan. Muy interesante.
 Y tendré poder de decisión y opinión sobre el parque en el que me aplico. Si nos concentramos en ellos, los parques serán lo que la gente quiere que sean.

 El sistema está centralizado, si no estuviera centralizado no habría manipulación. Es una situación muy nueva la descentralización. No tenemos garantía de que esto funcione, pero vamos en esa dirección, que es lo que venimos diciendo este año.
 Ahora estamos hablando de los parques y no de otras cosas. En las otras cosas, ya verán cómo hacen, si le interesa el partido, ¿qué espera?, o lo cultural, ¿que está esperando para moverlo?

No vamos a poder indicar a otro lo que tiene que hacer. La gente hará lo que quiera, o lo que pueda… -Pero, hay que poner un poco de orden!  -Si, claro…y soy yo quien da la orden… (Risas)

Entonces, vamos a ver que rumbo toma esta cosa rara que ha sido el movimiento. Vamos a ver si se puede…, la gente puede ser refractaria…
 Estamos al borde de este cambio importante. Hemos visto cosas que se intentó hacer y no funcionaron, partidos, cosas, se intentó ¿ y???

Si eso pasara en un país… Pero, eso es una anarquía!
¿Y qué? ¿Lo otro que es? Centralización, Getoneria.

Y, bueno, se hará lo que se pueda. Yo vi con que claridad y velocidad se movió la gente que está en las cosas de escuela para cambiar de vía. Dijimos, cambiemos de lugar por causa de la nieve, vamos para Manantiales y en un ratito se hizo todo lo que había que hacer y descentralizado todo… interesante! No se escuchó nada de “ha, no, hubieran avisado antes!...

Hay que pensar… No sé si se puede trasladar esto a otras actividades, pero parece interesante. Veremos cómo dar una forma mínima a todo esto. Y si no funciona,  cual es el problema, si igual nos vamos a morir… (Risas)
¿Qué proyección hace la gente en sus cabezas? ¿Seguirán pensando como antes, tener algunos para dirigir?  No, eso no funciona! Se necesita un nuevo horizonte espiritual que creemos que está naciendo en el mundo mientras simultáneamente caen todas las estructuras y comienzan los desbordes en todo el mundo. Como en Vietnam, en el sudeste asiático. Comienza una etapa de desborde y si no hay un nuevo horizonte no podremos… 

No es ninguna tragedia, todo lo contrario, pero los desbordes vienen, ya están ahí… y no van a servir las explicaciones (es porque son descendientes de árabes, es porque son trotskistas, comunistas). Hay un malestar total en todos los lugares.

Frente a todo lo asqueroso del mundo, a toda la desintegración,  hay una creación de vida sintética.* Si empiezan a  aparecer este tipo de fenómenos encontraremos la cola de los nuevos tiempos, se está perfilando un nuevo horizonte. Ahora vamos a la vida artificial (risas) Eso merece un brindis. Lo van a manipular, si, pero se ha escapado de los controles de siempre: “Hay que dejarse de jugar a Dios”, dicen. Esto de jugar a Dios me parece muy buena dirección. Que haya un espíritu divino, eso es muy bueno. Un poco de poesía. .. Se está abriendo otra frontera mental, eso no va a acabar como una velita que se va apagando…

Con el mensaje lo que proponemos es darle aire y fuego a esa nueva espiritualidad. Lo haremos en las salitas. La gente lo hará ahí y convidará a otros. El mensaje va para allá. Sáquense de la cabeza aspiraciones mundanas de andar manejando poderes… cambió el mundo! Estamos en otro mundo! Alguno podrá mirar y decir: Que asquerosidad en lo que andan (risas) Y bueno… 


SGyP 




*Artículo/Noticia externo/a - Fuente: Euronews.net