Primera Celebración Anual del Mensaje de Silo (extracto)
En
este desgraciado mundo en que la fuerza y la injusticia se enseñorea
por campos y ciudades, ¿cómo es que se piensa acabar con la
violencia? ¿¡Cómo es que se piensa acabar con la violencia...!?
Tal
vez piensen que son un ejemplo inspirador de las nuevas generaciones
cuando disfrazados de video juego despotrican contra el mundo; cuando
amenazan en la peor muestra de matonaje; cuando, finalmente, envían
a sus muchachos a invadir, a matar y a morir en tierras lejanas.
¡Este no es un buen camino ni un buen ejemplo!
Tal
vez piensen que volver a las primitivas prácticas de la pena de
muerte, será un gran ejemplo social.
Tal
vez piensen que penalizando progresivamente el delito cometido por
niños, desaparecerá el delito... ¡o desaparecerán los niños!
Tal
vez crean que trasladando la práctica de la “mano dura” a las
calles, las calles serán seguras.
Por
cierto que estos problemas existen y se multiplican en el momento
actual, pero con un enfoque violento de la violencia no resultará la
paz.
No
resultará la paz desde esta visión zoológica de la vida que
propicia la lucha por la supervivencia, la lucha por el predominio
del más apto. No resultará ese mito. No resultará la paz
manipulando las palabras o censurando las genuinas denuncias que se
hacen contra todo atropello y toda atrocidad que se comete contra los
seres humanos. A estas alturas me cuidaré de no mencionar a los
“derechos humanos” porque también han sido vaciados de contenido
y falseados en su significado. ¡Ahora sucede que se bombardea a las
poblaciones indefensas para proteger sus derechos humanos...!
No
resultará la paz de esa visión zoológica de la vida que propicia
un orden social en base a premios y castigos trasladando la
domesticación animal al honorable ciudadano que comienza a
entrenarse en la desconfianza, la delación y el mercadeo de sus
afectos.
“Pero algo hay que hacer”, se escucha en todas partes. Pues bien, yo diré que hay que hacer, pero de nada valdrá decirlo porque nadie lo escuchará.
Yo
digo que en el orden internacional, todos los que están invadiendo
territorios deben retirarse de inmediato y acatar las resoluciones y
recomendaciones de las Naciones Unidas.
Digo
que en el orden interno de las naciones se debería trabajar por
hacer funcionar la ley y la justicia por imperfectas que sean, antes
que endurecer leyes y disposiciones represivas que caerán en las
mismas manos de los que entorpecen la ley y la justicia.
Digo
que en el orden doméstico la gente debería cumplir lo que predica
saliendo de su retórica hipócrita que envenena a las nuevas
generaciones.
Digo
que en el orden personal cada uno debería esforzarse por lograr que
coincidiera lo que se piensa con lo que se siente y lo que se hace,
modelando una vida coherente y escapando a la contradicción que
genera violencia.
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Video completo de la Primera Celebración Anual del Mensaje de Silo - Mendoza - Punta de Vacas - 2004
Estamos
al fin de un período histórico oscuro y ya nada será igual que
antes. Poco a poco comenzará a clarear el alba de un nuevo día; las
culturas empezarán a entenderse; los pueblos experimentarán un
ansia creciente de progreso para todos, entendiendo que el progreso
de unos pocos termina en progreso de nadie. Sí, habrá paz y ¡por
necesidad!, se comprenderá que se comienza a perfilar una nación
humana universal.
Sí,
vale la pena que este Mensaje y este Humanismo Universalista cobren
fuerza. ¡Vale la pena! Vale la pena que la gente joven engrose esta
Fuerza Moral como una variante de la Historia... que este caudal sea
incontenible y se escuche su rumor en todas las lenguas de la Tierra.
Entonces, las nuevas generaciones empezarán a enseñar a las adultas
con un nuevo afecto y una nueva comprensión.
Finalmente,
amigos, yo quiero compartir con todos esta certeza profunda que dice:
“lo Sagrado está en nosotros y nada malo puede ocurrir con esta
búsqueda de lo profundo y lo Innombrable”. Creo que algo muy bueno
ocurrirá cuando los seres humanos encuentren el Sentido tantas veces
perdido y tantas veces reencontrado en los recodos de la Historia.
Yo
quisiera, amigos, que se escuchara el Mensaje de lo Profundo. No es
un Mensaje estridente, es un mensaje muy quedo que no se puede
escuchar cuando se lo quiere atrapar.
Mientras
las palabras van muriendo en calma nuestras miradas las
reemplazan...
Nuestras
miradas se encuentran y se comprenden en profundidad.