Mendoza, 24 de Junio de 2003
La
acción coherente como dirección mental
Cuando uno cotidianamente va
haciendo acciones válidas, va en esa dirección. Si no acumulas, en momentos
difíciles tomarás la vía fácil.
La acción coherente trasciende,
genera un centro que te impulsa a otros caminos. Es trascendente de lo
cotidiano.
El trabajo sostenido, haciendo
acciones válidas que trascienden lo cotidiano, son acciones trascendentales,
tienen gérmenes trascendentales en sus venas. Esta construcción va a ir
generando una dirección hacia esos caminos que existen. Son estados mentales.
Hay que entender que hay direcciones
mentales. Están los caminos de subida y los de bajada. Uno transita por
distintos estados mentales. Sin el yo no podríamos vivir, pero a veces es un
impedimento. Cuando te dan un shock se produce una descarga eléctrica primero y
luego llega la adrenalina (por ejemplo, el susto), la
descarga es eléctrica, es muy rápida, y te coloca en un estado alterado. La
tendencia es hacia el descontrol. Vivimos bastante alucinados, se infieren
cosas de más.
“Hay gente sencilla, que es buena gente, muy
interesante la dirección mental de esa gente. Gente que no cree, no participa,
pero es una buena persona. ¿Y si alguien no cree pero es buena persona?, ¿qué
va a pasar con él cuando muera...?”
“Va a tener un buen regalo, le van a
dar una sorpresa...”
Es un momento de proceso social, uno
no es el culpable, es como que un “manto de violencia y sufrimiento se ha
posado...” y por proceso, esto está pasando. Uno tiene que darse cuenta de que
el estado que vive algunas veces de violencia, etc., no es biográfico, es parte
del paisaje del momento.
Lo Humano tiende a desplegarse.
El
ser humano
El ser humano no es un animal, es
otra cosa, pero está tan externalizado
que sólo ves “su ropa”. El ser humano es muy inteligente, es capaz de diferir
la respuesta y ese tiempo diferido es un abismo... Por ejemplo, ves a un
animal, se asusta y sale corriendo. El ser humano es capaz de pensárselo, es
capaz de representárselo y de dar una respuesta después. Ese abismo es muy
importante.
Dentro del ser humano hay algo que
no es animal. Esa característica le
impulsa desde hace mucho tiempo y esa intención esta pulsando..., desde
muy atrás... Esa intención profunda ha
hecho la historia que trasciende individuos y sociedades. Viene de muy atrás,
pero va muy hacia delante..., es otra cosa... ”quizás nunca empiece y nunca
acabe...” Esa historia es una manera de explicar que hay una intención
trascendente que se expresa (monolito de “2001, Odisea del espacio”) en lo más
profundo, hay una intención que va hacia algún lado y si no estuviese esa
intención habría un problema para justificar la vida.
Esa historia es un modo de explicar
que hay una intención trascendente que busca expresarse y lo hace a través de ese
“bicho”, que hace sus operaciones.
En la película “2001, Odisea del
Espacio”, había unos monos alrededor de un monolito (aquí estábamos nosotros y
enfrente el cuadro con el monolito de Punta de Vacas), es como si uno tuviera
una intención que va hacia un lado. Si no hubiera esa intención habría un
problema para justificar la vida, la vida sigue, la gente sigue viviendo, va
mejorando su vida, porque hay algo que le lleva en una dirección trascendente.
Hay una especie de impulso (traducido y registrable) que lleva más allá, es
registrable la traducción de ese impulso..., se puede captar.
Nosotros somos la acumulación de
miles de años, de conductas, de gestos, de expresiones..., hay miles de
códigos..., que vienen de miles de años atrás... Ortega decía que la formación
de Europa es un “crisol de culturas”. ¿Qué impulsa a todas esas culturas? La
piedra que cae no sabe que cae. ¿Qué sentido tiene la vida? La historia tiene
una dirección..., un sentido..., y
tratar de captarlo es tratar de trascender lo cotidiano entrar en otra
dimensión más poética. Conectar con Eso, lo “humano”, es conectar con cosas más
profundas, de otra dimensión.