diciembre 27, 2010

Origen de la Vida - Silo

Doctrina: La doctrina da respuestas totalizadoras sobre el mundo, el hombre, la historia y el sentido de la vida. En base a ella, elabora herramientas de trabajo que permiten el autoconocimiento, la superación y la ampliación de la conciencia. El aparato conceptual que utiliza en esta ocasión es el siguiente:

a) Leyes universales: Ley de estructura: "Nada está aislado, sino relacionado dinámicamente con otros seres dentro de ámbitos condicionantes".
Ley de concomitancia: "Todo proceso está determinado por relaciones de simultaneidad con procesos del mismo ámbito".
Ley de ciclo: "Todo en el Universo está en evolución y va de lo simple a lo complejo según ritmos cíclicos".
Ley de superación de lo viejo por lo nuevo: "Las síntesis de proceso asumen las diferencias anteriores pero eliminan elementos cualitativamente no aceptables para pasos más complejos".

b) Método: El método permite, de una manera ordenada y simple, plantear los problemas correctamente. Procede en tres etapas: estudio de los elementos compositivos del sujeto; relación del sujeto con otros del mismo ámbito y proceso del sujeto (de dónde viene, a dónde va, cómo se manifiesta).

c) Origen del Universo: La luz es la esencia de todo lo existente. Cuando la luz se "densifica" da lugar a manifestaciones energéticas y materiales.
En un punto de convergencia de luz se produjo la explosión que dió lugar al nacimiento y expansión del Universo. Esta expansión es curva y al acelerarse los cuerpos comenzarán a convertirse en luz para convexionar en un punto (o diversos puntos) en el que se producirá una nueva explosión creativa.
La luz es eterna, es el origen y fin del Universo.

d) Origen de la vida: La densificación de la luz produjo manifestaciones vibratorias de energía de distinto nivel y materia cada vez más sólida. Desde las radiaciones a los gases, los líquidos y finalmente los sólidos. Desde las ráfagas electromagnéticas hasta las nebulosas, los soles, los planetas y lunas, con sus diversos elementos. La acción de las descargas eléctricas entre nubes gaseosas y en el medio líquido fue sintetizando aminoácidos rudimentarios y posteriormente las primeras proteínas. La temperatura y el medio general constituyeron el "medio de cultivo" para la producción del virus y la célula.
En toda la evolución, desde el centro creativo al ser vivo, se repitió el mismo esquema: un "centro de gravedad" que irradia y alrededor del cual se organizan los sistemas.

e) Origen del hombre: El núcleo o centro celular fue ordenando a toda la célula en torno suyo y luego de repetidas divisiones fue "grabando" un código de adaptación o memoria genética capaz de dirigir y luego especializar funciones de nutrición, reproducción y locomoción.
Desde las formas ameboidales siguió la evolución y la superación de lo viejo por lo nuevo hasta que hacia el período cuaternario surgieron los seres antropomorfos. En los primates, la separación de los dedos y la oposición del pulgar permitió la especialización de funciones cerebrales que complicaron las relaciones del circuito nervioso, produciéndose nuevos saltos cualitativos en la mente animal.
A partir de un tronco común, varias ramas antropomorfas se desarrollaron independientemente, extinguiéndose unas y perfeccionándose otras, tal el caso del homo sapiens, pariente del mono pero no descendiente de él. En el homo sapiens se manifestaron distintas razas que convergen hacia un "centro de gravedad" de la especie produciendo paulatinamente un hombre sintético nuevo. En tal ser, los caracteres genéticos progresivos de las distintas razas harán su aporte, eliminándose los regresivos por simple evolución. Sin duda, se producirá un nuevo salto evolutivo en lo biológico, mientras que por vez primera el ser vivo podrá controlar su propia evolución.
El hecho de haber llegado el hombre a ser un animal sobre todo histórico (a diferencia de las otras especies), lo coloca en situación no sólo de acumular experiencias anteriores por sobre sus reflejos e instintos, sino sobre todo lo pone en situación de poder modificar su estructura biológica y mental.

f) El proceso histórico: La historia del ser humano es la historia de la superación de lo viejo por lo nuevo, mas la acumulación de la experiencia social.
La dialéctica generacional (ley de superación de lo viejo por lo nuevo a nivel de historia humana) explica que en todo momento histórico coexisten varias generaciones en lucha: la que está en el poder; la que lucha por acceder a él; la que está en aprendizaje y las desplazadas de los ancianos y niños (esta última entra luego en capacitación, mientras la que estaba en el poder se desplaza hacia la ancianidad y es reemplazada por la que luchaba con ella).

Toda generación lucha revolucionariamente por la toma del poder cuando la proporción entre bienes y miembros de esa clase se desequilibra sensiblemente.
El proceso histórico general arranca con los grupos aislados de recolectores y cazadores complementándose con otros grupos y sintetizándose hacia un "centro de gravedad" en el que comienza a surgir una cultura o civilización. Esta sigue la Ley de ciclo hasta que se desintegra. Los factores progresivos pasan a la civilización siguiente, observándose a lo largo del proceso, a todas las civilizaciones convergiendo hacia una civilización sintética planetaria.
Así como la evolución del hombre se expresa hacia una civilización y una raza sintéticas, individualmente, en la estructura del ser humano se desarrolla la motricidad a partir de los instintos y reflejos, posteriormente se manifiesta la emotividad y por último el intelecto. Sin duda que un salto cualitativo nuevo debe producir el surgimiento de una función superior sintetizadora.

g) La estructura del hombre: Individualmente se observan en el hombre "centros" de control (vegetativo-sexual; motriz; emotivo; intelectual y superior). Cada centro puede ser estudiado en sus artes y subpartes.
El nivel de conciencia es el estado general de la estructura de un ser humano en un momento dado, en el que un centro (y una parte específica) absorbe la mayor cantidad de energía en desmedro del consumo de las otras. Distinguimos los siguientes niveles: sueño; semi-sueño; vigilia; conciencia de sí y conciencia objetiva.
Por otra parte, cada ser humano tiene desde su nacimiento un mayor desarrollo de algún centro sobre los otros; de esa situación resultan distintos "tipos", de este modo: vegetativo-sexual; motriz; emotivo e intelectual. Se diferencian entre sí por la diferente velocidad de reacción frente a los estímulos y por la dirección de la energía.
El tipo humano innato, mas las experiencias y los hábitos grabados a lo largo de la vida, producen la personalidad de cada individuo. En la vida cotidiana, el ser humano vive en estado de vigilia en el que la divagación y los ensueños pueblan su conciencia. En general, puede decirse que los ensueños son respuestas no-racionales a los estímulos externos. También puede vérselos como compensaciones de capas distintas de la personalidad, que se movilizan por acción de los distintos centros y en respuesta a estímulos externos.

Lo fundamental, sin embargo, es la presencia del núcleo de ensueño que es la respuesta general y difundida a estímulos particulares que se organizan estructuralmente en la conciencia.
La personalidad varía cuando el núcleo se desgasta y es reemplazado por otro. Debido a ésto, al núcleo se lo considera "centro de gravedad" de la personalidad. A cada etapa vital corresponde una modificación biológica y una transformación concomitante de núcleo, así: niñez-adolescencia-juventud-madurez-declinación y ancianidad, corresponden a estos cambios conjuntos. Los cambios mecánicos en individuos de la misma edad, son los que explican el surgimiento de las clases temporales o generacionales. Visto así, cada generación se moviliza de acuerdo al núcleo de ensueño que le es propio.

El trabajo tiende a desplazar el núcleo mecánico por otro que polarice a toda la estructura humana hacia el desarrollo y la evolución individual y de toda la especie. Como se observa, la Escuela tiende a modificar el núcleo de ensueño hacia la evolución individual y del género humano, cumpliendo con su objetivo fijado en primer término.

diciembre 20, 2010

La Forma Mental - Silo

LA FORMA MENTAL

La forma mental constituye la estructura básica del siquismo humano, su más profundo sustrato. Presenta, como una de sus características, la de ser fija, inmóvil. Nosotros vemos que el núcleo de ensueño tiene movilidad, crece, se desarrolla y declina, aunque este proceso lleve mucho tiempo, aún en los casos de cristalización del núcleo, éste tiene movilidad.
La forma mental es inmóvil y corresponde a: 1) el desarrollo biológico de la especie en su camino evolutivo y 2) a la particular situación histórica y cultural de las que participa cada ser humano. Es como si esta estructura básica del siquismo tuviera diferentes capas, unas profundas e idénticas para toda la especie y otras más periféricas, características de cada individuo, de cada grupo o pueblo, es decir lo que conocemos como “creencias” o capas más periféricas de la forma mental.

Así el paso del Cromagnon al Homo Sapiens, marca el cambio de la forma mental y una nueva manera de estructurar el mundo y los fenómenos de la conciencia. Cambia la estructura básica del siquismo. Mientras que las diferencias que pudieran apreciarse entre un chino, un esquimal o un occidental, marcan solamente cambios en el sistema de creencias o capas más periféricas de la forma mental, subsistiendo en ellos una misma organización del siquismo, lo que deja traslucir en todos ellos, signos característicos que nos llevan a afirmar, sin lugar a dudas, que participan de la naturaleza humana. De la misma manera, las diferencias físicas entre los hombres son variadísimas, no sólo por sus diferentes tipos humanos, sino también por su color, estatura, etc., pero dejan traslucir una conformación humana, perceptible detrás de cualquier diferencia circunstancial y propia de la especie que nos lleva a reconocernos como seres humanos, a pesar de tales diferencias de “grado”.
Cuando nosotros observamos una carta T, vemos en ella los tres planos: el síquico, el cósmico y el alquímico; vemos las figuritas y cuantas cosas, pero, ¿hemos percibido por ello la morfología de la carta T? La morfología de la carta T está dada por el cartón que le sirve de base y sostén y que ordena toda su estructura, sus dibujitos, etc. La propia carta es el elemento morfológico.

Algo parecido ocurre con la forma mental. Sobre ella se monta todo el resto del siquismo. La representaríamos como una pantalla de cinematógrafo, que según sea plana, recta, cóncava, convexa u ondulada, hará variar lo que en ella se proyecte, algo así como los espejos de los parques de diversiones, que según sean, nos devuelven una imagen alargada o achatada.
En esa pantalla que es fija, se proyecta el núcleo, sus climas, los ensueños secundarios y en resumen, todos los mecanismos de conciencia, al igual que sus contenidos, siendo todos ellos variables y dinámicos. Respecto a la visualización de la forma mental, ésta se detecta siempre en los otros, especialmente en lo que hace a sus capas más periféricas, o sea, las creencias. Al estar frente al fenómeno de develación de la forma mental, ésta aparece como de otros o vista en otros y tiene que ver con movilizaciones de los centros superiores.
Al producirse la ruptura de la forma mental, por transmutación, desaparece el “yo” sicológico. La idea de inmortalidad nada tiene que ver con la pervivencia del yo sicológico después de la muerte del cuerpo. El yo sicológico también desaparece, porque su existencia corresponde a este plano del ser y el paso a otro plano de ser, implica la transformación del referido yo.

Como aproximación se puede pensar en lo que se siente en los casos de alegrías inmensas, y si recuerdan, verán que el observador desaparece, que el yo se borra para proyectarse en todas direcciones y consustanciarse con tal estado.
Los matemáticos creen que pueden crear un sistema universal de comunicación entre los hombres, utilizando un lenguaje matemático, el que sería común a cualquier especie de cualquier planeta o sistema. Ello no es posible, porque si la estructura básica del siquismo de las especies es diferente, no existiría ningún sistema posible de comunicación entre las especies, porque sus percepciones y mecanismos de conciencia serían completamente distintos para estructurar los mismos datos, que incluso podrían ser percibidos por unos y otros de distinta forma.
La forma mental no vincula con las profundidades más profundas del ser humano, incluso con el sistema de reflejos incondicionados (entre ellos el instinto de conservación).
La verdadera transmutación se produce cuando incluso se puede ir, conscientemente en contra del sistema de instintos y reflejos incondicionados. Así vemos que la transmutación de J.C. se produce en el Huerto de los Olivos, donde J.C. vacila antes de aceptar la necesidad superior de su propia muerte, lucha interna que termina con las palabras: “Padre hágase tu voluntad”. Ese es el momento de la transmutación, de la ruptura de la forma mental. Estas cosas se pueden ver mejor en el cristianismo que en el budismo, porque J.C. es presentado de una manera más humana. Así, el rechazo de las tentaciones que durante su ayuno efectúa frente al demonio, significa la ruptura con los mecanismos de los ensueños de poder, gloria, riqueza, etc. Es como si cada vez se fueran produciendo transformaciones más profundas, hasta llegar a la del Huerto de los Olivos, donde J.C. rompe incluso con el instinto de conservación.
Esta actitud se diferencia de la del héroe, ya que éste puede llegar a sacrificar su vida por la fuerza del ensueño y no por su clara y libre comprensión. En el héroe no se produce la ruptura de la forma mental porque no hay una comprensión profunda del sentido de la existencia, no hay el reconocimiento del plan.

Lo dicho se vincula con el cuadernillo del CRI, cuando se dice que por amor y compasión se puede llegar al sacrificio, sin contradicción, hasta de la propia vida.
En los casos de locura furiosa, también estamos frente a rupturas de la forma mental, pero no queridas ni comprendidas por el sujeto.

diciembre 15, 2010

Conferencia dada en París, Francia. Misión de los 80 - Silo -

Conferencia dada en París, Francia. Misión de los 80
Acto público del 8 de noviembre de 1981, en la Mutualité

Nuestros amigos han presentado sus diversos puntos de vista. Concentrémonos ahora sobre las ideas principales de la Comunidad, que son estas:

1° El ser humano nace en un mundo que no ha elegido y se encuentra sometido desde el nacimiento a la muerte, al dolor físico y al sufrimiento mental.

2° El dolor físico puede superarse en la medida en que avance la organización y la justicia social, y en la medida en que éstas sean acompañadas por el desarrollo de la ciencia.

3° El sufrimiento mental no puede ser superado simplemente por el desarrollo de las condiciones anteriores.

4° Existe en el ser humano la posibilidad de elegir entre un acto de rebelión contra el dolor y el sufrimiento, o de sumisión a los mismos.

5° La existencia de este acto de libertad es el fundamento de cualquier tipo de moral. Sin libertad de elección, no hay fundamento moral.

6° Todo acto moral termina en otros y no en uno mismo.

7° El acto moral por excelencia se formula de este modo: "Trata a los demás como quieres que te traten a ti".

8° Es inmoral todo acto que produce en otros dolor o sufrimiento. Son inmorales todas las formas de violencia física, económica, racial y religiosa.

9° Todo ser humano tiene la obligación moral de actuar en contra de la violencia y a favor de aquello que supere el dolor y el sufrimiento.

10° La acción debe desarrollarse allí donde lleguen las posibilidades concretas de modificar y transformar situaciones.

Así, si mis posibilidades reales llegan hasta mi vecino, es un despropósito eludir esas responsabilidades desviando mi dirección hacia objetivos inalcanzables, mientras que si mis posibilidades de decisión y transformación llegan a todo el mundo, entonces sí, todo el mundo es mi próximo.

11° Es la unión de fuerzas en la dirección señalada la que puede ampliar el campo de decisión de las personas. Esto justifica el surgimiento de organizaciones humanas que se expresen como fuerza moral y que muestren su presencia social, de manera que las fuerzas de la inmoralidad y la violencia deban tenerlas cada vez más en cuenta.

De lo anterior se desprende que La Comunidad no se define como una organización política, sino que es la expresión organizada de una fuerza moral que sin presentar programas, tiene el derecho de denuncia y oposición a toda forma de violencia.

La Comunidad no exhorta a abandonar las organizaciones de las que participan las personas, por lo contrario, los invita a fortalecer su fe en ellas mismas y en los demás, y a desarrollar su capacidad de transformación en las organizaciones en las que se está incluido, a fin de moralizar posiciones e impulsar positivamente aquellas organizaciones en las que cada cual cree de buena fe, y que moralmente puedan ser justificadas.

La tierra se deshumaniza y se deshumaniza la vida, y la gente pierde fe en si misma y en la vida.

Por ello humanizar la tierra es humanizar los valores de la vida. ¿Qué cosa es más importante que superar el dolor y el sufrimiento en los demás y en uno mismo?

Humanizar la tierra es humanizar también a quienes tienen influencia y decisión sobre otros, para que escuchen la voz de los que necesitan superar el dolor y el sufrimiento.

Y nuestro principio moral opuesto a la insensibilidad, al egoísmo y al cinismo, debe operar en el mundo inmediato de cada cual, porque si ello no ocurre y si no se renueva la fe en uno mismo, en las posibilidades de cambio de los otros y en un futuro abierto, quedaremos paralizados y entonces sí triunfará la deshumanización de la tierra.

Bueno es todo lo que mejora la vida. Malo todo lo que se le opone.

Bueno es dar fe a los pueblos en ellos mismos. Malo el fanatismo que se opone a la vida.

Bueno es lo que une al pueblo. Malo aquello que lo desune.

Bueno es lo que afirma: "¡Todavía hay futuro!" Malo es decir: "No hay futuro, ni sentido en la vida".

Por ello, si el desarrollo material lleva al sin-sentido, al suicidio, al alcoholismo, a la drogadicción, a la locura, a la enfermedad, a la violencia y la muerte, algo se ha torcido en ese desarrollo y algo hay en esa dirección que ha fracasado y debe ser corregido con urgencia.

Decimos además, que es posible un cambio positivo en la dirección de la vida personal y que ese cambio comienza con un acto de reconciliación con el propio pasado.

Debes elegir entre la frustración, el resentimiento y la contaminación de esos sentimientos a tu alrededor, o la reconciliación que cambie el sentido de tu vida. Por ello, si estás dispuesto positivamente, acompáñame en un acto libre, valiente y profundo, que sea además un compromiso de reconciliación...

Pongámonos en pie, y entonces, preguntemos: ¿Es necesario para mí y para otros que cambie o se fortalezca la dirección de mi vida?...

¿Quiero cambiar o fortalecer la dirección de mi vida?

¡Entonces debo reconciliarme con mi propio pasado!

Hoy, y no mañana, inicia una vida nueva. Besa a tu pareja y a tu hijo, abraza a tu madre y a tu padre, saluda a tu amigo y tu enemigo, y diles con el corazón abierto:

"¡Algo grande y nuevo sucedió hoy en mí!" Y explícales luego qué pasó a fin de que ellos también puedan llevar este mensaje de reconciliación.

¡PAZ, FUERZA Y ALEGRIA!