Fragmento final de las charlas dadas por Silo en Canarias - 1976
He
aquí entonces sintetizada la doctrina acerca de la liberación de
la mente.
Si
alguien me pregunta qué es lo más importante, le diré: Debes
comprender las tres vías del sufrimiento, que son la sensación, la
memoria y la imaginación. Debes comprender además, la raíz
posesiva del sufrimiento.
Y
si me pregunta, qué debe hacer además de comprender, le diré:
- Ir contra la evolución de las cosas es ir contra uno mismo.
- Cuando fuerzas algo hacia un fin produces lo contrario.
- No te opongas a una gran fuerza; retrocede hasta que aquella se debilite, entonces, avanza con resolución.
- Las cosas están bien cuando marchan en conjunto, no aisladamente.
- Si para ti están bien el día y la noche, el verano y el invierno, has superado las contradicciones.
- Si persigues el placer, te encadenas al sufrimiento; pero en tanto no perjudiques tu salud, goza sin inhibición cuando la oportunidad se presente.
- Si persigues un fin te encadenas: si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas.
- Harás desaparecer tus conflictos, cuando los entiendas en su última raíz, no cuando quieras resolverlos.
- Cuando perjudicas a los demás, quedas encadenado, pero si no perjudicas a otros, puedes hacer cuanto quieras con libertad;
- Cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas.
- No importa en qué bando te hayan puesto los acontecimientos, lo que importa es que comprendas que tú no has elegido ningún bando.
- Los actos contradictorios o unitivos se acumulan en ti, si repites tus actos de unidad interna, ya nada podrá detenerte.
Y
ésta es entonces la doctrina y la propuesta precisa: estudia,
investiga, medita y comprende progresivamente las tres vías del
sufrimiento y su raíz posesiva, mientras vas generando en todo
instante una nueva actitud de acuerdo a estos principios.
En
este tiempo hemos estado estudiando y operando, en un nivel, las tres
vías del sufrimiento y su raíz posesiva. Pero queda en pie la
propuesta de investigar, meditar y comprender progresivamente,
mientras vamos generando, instante tras instante, una nueva actitud
liberadora de la mente.