octubre 30, 2013

Búsqueda de la felicidad - Silo


Extracto de las palabras de Silo en la Conjunción Centroamericana, en México - 10/10/1980




El primer punto a considerar, es aquel al que apunta todo nuestro planteo. ¿Es que nuestro objeto de estudio es el mismo objeto que estudian las ciencias?
Si se tratara del mismo las ciencias, precisamente, tendrían la última palabra.
Nuestro interés está puesto en la existencia humana. Y no en la existencia humana como mero hecho biológico o social, (ya que con respecto a esos puntos hay ciencias que dedican sus esfuerzos), sino, a la existencia humana como registro cotidiano, como registro diario, personal. Porque aún cuando alguien se pregunte por el fenómeno social e histórico que es constitutivo del ser humano, ese alguien hará tales preguntas desde su vida cotidiana, lo hará desde su situación. Lo hará impulsado por sus deseos, sus angustias, sus necesidades, sus amores, sus odios. Lo hará impulsado por sus deseos. Lo hará impulsado por sus frustraciones, sus éxitos. Lo hará desde algo anterior a la estadística y a la teorización. Lo hará desde la vida misma. Y, ¿qué es lo universal y al mismo tiempo lo particular en toda existencia humana?
 
La búsqueda de la felicidad y la superación del dolor y el sufrimiento, es lo universal y lo particular de toda existencia humana.
 
Y esta afirmación chocante a la lógica, es la verdad registrable por todos y cada uno de los seres humanos.
Ahora bien, ¿qué es esa felicidad a la que aspira el ser humano? Ella es, lo que el ser humano "cree".
Esta afirmación un tanto sorprendente, se basa en el hecho de que las personas se orientan hacia imágenes o ideales felicitarios diferentes. Es más, el ideal de felicidad cambia con la situación histórica, social y personal.
De ello concluimos que el ser humano busca lo que cree que lo hará feliz y, de acuerdo a ello, lo que cree que lo alejará del sufrimiento y el dolor.
 
Dada la aspiración de felicidad, aparecerán las resistencias del dolor y el sufrimiento. ¿Y cómo podrán vencerse tales resistencias?
 
Antes debemos preguntarnos por la naturaleza de las mismas.
El dolor para nosotros es un hecho físico. Todos tenemos experiencia del mismo. Es un hecho sensorial, corporal. El hambre, las inclemencias naturales, la enfermedad, la vejez, producen dolor.
Y ese es el punto que nosotros diferenciamos de otro fenómeno que nada tiene que ver con lo sensorial estricto.
Unicamente el avance de la sociedad y la ciencia es el que hace retroceder el dolor. Y ese es su campo específico, en el que pueden desarrollar sus mejores esfuerzos los reformadores sociales, los científicos y por sobre todo los mismos pueblos, generadores del progreso del que se nutren tales reformadores y tales científicos.
 
El sufrimiento en cambio, es de naturaleza mental. No es un hecho sensorial del mismo tipo que el dolor.
La frustración, el resentimiento, el temor, son estados de los que también tenemos experiencia y que no podemos localizar en un órgano específico, o en un conjunto de ellos.
¿Es que aún siendo de naturaleza diferente, actúan entre sí el dolor y el sufrimiento?
Por cierto que el dolor motiva también al sufrimiento. En tal sentido, el avance social y el avance de la ciencia, hacen retroceder un aspecto del sufrimiento. Pero, específicamente, ¿dónde hallaremos la solución para hacer retroceder el sufrimiento? Esta la hallaremos en el sentido de la vida. Y no hay reforma ni avance científico que aleje el sufrimiento que da la frustración, el resentimiento, el temor a la muerte y el temor en general.
 
El sentido de la vida es una dirección a futuro, que da coherencia a la vida, que permite encuadre en sus actividades y que la justifique plenamente.
A la luz del sentido, aún el dolor en su componente mental y por supuesto el sufrimiento en general, retroceden y se empequeñecen interpretados como impedimentos superables.
¿Y cuáles son las fuentes del sufrimiento humano? Son las que producen contradicción.
Se sufre por vivir situaciones contradictorias. Pero también se sufre por recordar situaciones contradictorias. Y por imaginar situaciones contradictorias.
Estas fuentes del sufrimiento han sido denominadas "las tres vías del sufrimiento". Y ellas pueden modificarse de acuerdo al estado en que se encuentre un ser humano respecto del sentido de la vida. Tendremos que examinar brevemente estas tres vías para luego hablar sobre el significado y la importancia del sentido de la vida.