De "Silo y la Liberación" - H. van Doren
Gracias al ensueño
—dice— la especie humana se desarrolla aún a costa de los
individuos. Si desaparecieran los ensueños en el hombre, la
civilización tal como la conocemos sería reemplazada por algo
desconocido o suprimida por la contemplación y el quietismo.
Sin embargo, no es el
caso de sacar conclusiones de este tipo en momentos que nos preocupa
un problema de conocimiento.
Parece que normalmente
la conciencia pasa de un objeto a otro, instante tras instante aun
cuando pueda hilar secuencias y elaborar pensamientos lógicos. La
falta de permanencia en una idea es producto de la inestabilidad del
ensueño, siempre movido por nuevos estímulos del exterior o
internos del propio cuerpo o por cadenas asociativas que responden a
huellas mnémicas.
Aun en el caso de
proponérselo, el sujeto no puede detener el fluir de la corriente ya
que de continuo se filtran elementos ajenos al tema en que se está.
Los ensueños son precisamente esas filtraciones imaginarias en la
precisión de una idea.
Desafortunadamente el
hombre común está tan poco entrenado en estas distinciones mentales
que no advierte siquiera cómo sueña despierto de continuo. Desde
luego que en ocasiones advierte el fantaseo en él y en otros y
también distingue las imágenes del semi sueño. Pero lo interesante
es que no selecciona de continuo entre lo que piensa y lo que
ensueña.
Lo más curioso de la
teoría del ensueño es que nos enseña que existe un núcleo más o
menos fijo y toda una constelación variable que depende de él.
Este núcleo de ensueño
se expresa en los sueños nocturnos, en el fantaseo cotidiano y es el
que rige de un modo velado las actitudes del hombre. Responde más o
menos a la pregunta: «¿Qué quiere Ud. hacer de su vida?».
Continuamente los
ensueños dominan al hombre pero girando y desplazándose unos a
otros alrededor del núcleo. Este es el que da relativa permanencia
en una actividad hasta que se va desgastando por el surgimiento de
uno nuevo que termina por reemplazarlo con el correr de los años.
Esto explica las etapas sicológicas que acompañan a los cambios
físicos en la infancia, adolescencia, madurez y vejez.
Los ideales de un
individuo, su finalidad en la vida, sus aspiraciones, su escala de
valores, responden a ese núcleo.
El núcleo de ensueños
da dirección hacia el futuro al ser humano. Él es quien impulsa en
una dirección y permite realizar obras, aparte de cumplir con las
condiciones objetivas de tipo animal.
Hay núcleos de
ensueños e ideales de vida que son de tipo social, de época y hasta
de barrio, de grupo o de familia. Pero no existe individuo sin ellos.
Según explica, el
ensueño surge con la personalidad y se modifica cuando ésta cambia.
Qué es por tanto personalidad y qué relación guarda el ensueño
con ella?
Personalidad
Personalidad es la
estructura del comportamiento del hombre, formada por su tipo humano
(bio tipo o temperamento) al irse incorporando al «mundo».
El tipo humano o
temperamento determina sobre todo la velocidad y el tono de las
respuestas frente a los estímulos, pero la cantidad y la calidad de
éstos va produciendo en el bio tipo, huellas o grabaciones que
conforman hábitos.
Con el bio tipo se
nace. Está determinado sobre todo por el funcionamiento glandular.
No se descartan cambios en el bio tipo a lo largo de la vida.
Al bio tipo se van
incorporando grabaciones que dependen del medio social, de los actos
realizados, de shocks aislados y de repeticiones a nivel sensorial y
a nivel sicológico.
A la personalidad no se
la desdobla tan simplemente en reflejos incondicionados y
condicionados. Mas bien puede sintetizársela en esta fórmula:
condicionamiento fisiológico (bio tipo) + condicionamiento de
memoria (grabaciones) = personalidad.
El ensueño aparece
ahora como una respuesta al estímulo de grabaciones nuevas. Cada
nuevo estímulo para ser grabado impone al circuito y en su punto de
localización, la exigencia de movilizar un potencial energético
para que (dicho estímulo) sea «fijado». Además, la carga aferente
se difunde alrededor del punto de localización y suscita en zonas
contiguas asociaciones que permiten tener grabaciones estructuradas y
no aisladas, de cada dato sensorial.
Las cadenas asociativas
se despiertan por contigüidad, similitud y contraste. Son
básicamente actos, pero tienen por correlato objetos mentales que
generalmente son imágenes o ensueños como se los denomina en la
Escuela.
Y es posible la
existencia de un núcleo de ensueño porque él es la respuesta de
estructura general y difundida, a estímulos particulares que están
de todas maneras organizados entre sí.
Si se modifica
violentamente el quimismo del bio tipo o el género de los estímulos,
variará la personalidad y correlativamente el ensueño. Pero como el
funcionamiento químico tiene cierta fijeza en cada organismo (de ahí
que existan bio tipos) y las huellas de grabaciones anteriores tienen
«profundidad», por repeticiones y por hábitos, lo normal es que la
personalidad regrese a su punto anterior, luego de las experiencias
distorsionadoras.