enero 11, 2011

El sufrimiento, la muerte y la trascendencia - Silo -

Canarias 1976

Día 2: El sufrimiento, la muerte y la trascendencia

Nuestros temas fundamentales son: el sufrimiento, la muerte y la trascendencia. Pero las raíces del sufrimiento no están claras. El registro de la muerte es confuso y la posibilidad de trascendencia se debate entre la idea y la fe. Ni la raíz del sufrimiento, ni el registro de la muerte, ni la fe o la idea sobre la trascendencia, pueden examinarse correctamente si los datos sobre estos problemas son falsos o deformados.

Nuestros temas son: el sufrimiento, la muerte y la trascendencia. Frente a esos temas, todos los otros quedan en segundo plano. No vamos a ocuparnos de cosas secundarias, de cosas de segundo plano, sino de aquellas que tengan que ver con lo más importante.
Pero si lo más importante no está claro, lo secundario será aún más confuso.
Nuestro temas fundamentales son: el sufrimiento, porque queremos evitarlo, la muerte porque queremos superarla y la trascendencia, porque queremos alcanzarla. Pero también el tratar de evitar la muerte se relaciona con la eliminación del sufrimiento, y la búsqueda de trascendencia o de inmortalidad se refiere a salir del sufrimiento. Este segundo punto será examinado más adelante.

El problema de la muerte y la trascendencia puede reducirse en última raíz al problema del sufrimiento.
Corrijamos todo lo anterior y digamos: nuestro problema fundamental es el sufrimiento y nuestro deseo mayor, evitar el sufrimiento.
No estará claro el problema del sufrimiento ni podremos superar el sufrimiento, si no conocemos su raíz. ¿Y cuál es la raíz del sufrimiento?. La raíz del dolor está en el cuerpo, pero ¿qué pasa cuando un estímulo doloroso cesa y sin embargo sigue el sufrimiento?, ¿qué pasa cuando aún no ha llegado el estímulo y surge el sufrimiento?.
La raíz del dolor está en el cuerpo, la raíz del sufrimiento está en la mente. Y al distinguir entre dolor y sufrimiento separamos cuerpo y mente como si esto pudiera hacerse. No podemos separar cuerpo y mente. Pero queremos decir que la raíz del dolor tiene fuerte predominancia física, y la raíz del sufrimiento, fuerte predominancia síquica, mental. Seguramente el sufrimiento mental deriva también del cuerpo.
¿De qué estamos hablando?: del dolor y del sufrimiento. Y tratamos de distinguirlos porque en uno hay una mayor predominancia física y en otro una mayor predominancia mental, sabiendo sin embargo que la base de ambos está en el cuerpo. Porque, desde luego, la mente parece depender del cuerpo.

Así, nuestro problema fundamental es el sufrimiento, y nuestro interés está en superar el sufrimiento. Y la raíz del sufrimiento, aunque sea más mental que física, está en el cuerpo. El dolor es del cuerpo, el sufrimiento de la mente. pero la mente parece depender del cuerpo. Si esa raíz está en el cuerpo, debemos examinar cómo surge, cómo se desarrolla, cómo se conserva y cómo desaparece el dolor.
El dolor surge por la sensación, por la imaginación y por el recuerdo. Hay sensaciones ilusorias, imágenes ilusorias y recuerdos ilusorios. Y esas son las vías ilusorias del sufrimiento.
Pero quien efectúa esas operaciones de sensación, imágenes y recuerdos, es la conciencia que a veces se identifica con el yo. No hay yo sin sensación, o sin imagen o sin recuerdo. Y cuando el yo se percibe a sí mismo, también trabaja con estas vías, sean verdaderas o ilusorias. El yo mismo surge como ilusión de las vías ilusorias.
El dolor -físico-, o el sufrimiento -mental-, tienen su raíz en el cuerpo. No hay dolor ni sufrimiento si no hay sensación, imagen o recuerdo. Así como se reconocen las tres vías del sufrimiento, se reconocen las mismas vías para toda operación de la mente, e incluso para la constitución del yo.

En estas vías, cualquiera admite la existencia de errores, la existencia de ilusiones, pero es más difícil admitir la ilusión del yo, aunque tal cosa es también comprobable y demostrable.
Las tres vías del sufrimiento, y aquello que registra el sufrimiento, son para nosotros temas de especial interés. Examinaremos pues la sensación, la imagen y el recuerdo y también aquello que registra y opera con ese material, a lo cual se le llama conciencia y que a veces es identificado con el yo.
Todo nuestro estudio tiene que ver con la comprensión del sufrimiento, y todo nuestro trabajo con la superación del sufrimiento. Estudiaremos las tres vías por las que llega el sufrimiento, y estudiaremos también a la conciencia o al yo, que es aquello que registra el sufrimiento.

También trabajaremos sobre esos elementos.
Pero hemos comenzado por el final, así que retrocedamos muy atrás, hacia las primeras explicaciones, aquellas que se dieron sobre la mente humana. Reconsideremos todo lo estudiado, trabajando desde el comienzo hasta hoy, y cuando lleguemos nuevamente a este punto, preparémonos para superar el sufrimiento.


Resumiendo lo dicho: Nuestros temas fundamentales son el sufrimiento, la muerte y la trascendencia. El temor a la muerte y la búsqueda de trascendencia están ligados al sufrimiento. El dolor o el sufrimiento tienen su raíz en el cuerpo. Tres vías hay para la manifestación del dolor: la vía de la sensación, la vía de la imagen y la vía del recuerdo. El registro de ese material lo efectúa la conciencia, a veces confundida con el yo. Se admiten ilusiones en las tres vías y también ilusión en el yo. Nuestro estudio está relacionado con la comprensión del sufrimiento, y nuestro trabajo, con la superación del sufrimiento. Iremos hacia los primeros estudios y trabajos para llegar a este punto y avanzar sobre él.