“No hay sentido en la vida si todo termina con
la muerte.”
La Mirada Interna
1 Capítulo
XIII de “El Paisaje Interno” – “Los sentidos provisionales”
1. Cuando movido por la pendular compensación
busco sentidos que justifiquen mi existencia, me dirijo hacia lo que necesito o
creo necesitar. En todo caso, ¿si no consigo aquello, o bien si lo consigo, qué
pasará con mi sentido (en cuanto movimiento en una dirección)?
2. Estos sentidos provisionales, necesarios para
el desarrollo de la actividad humana, no fundamentan mi existencia. Por otra
parte, si me afirmo en una particular situación ¿qué sucederá cuando el
accidente la desarticule?
3. A menos que se quiera reducir la existencia
al agotamiento o la frustración, será menester descubrir un sentido que ni aun
la muerte (si fuera el accidente), pueda agotar o frustrar.
4. No podrás justificar la existencia si pones
como su fin el absurdo de la muerte. Hasta ahora fuimos compañeros de lucha. Ni
tú, ni yo, quisimos doblegarnos ante dios alguno. Así quisiera recordarte
siempre. ¿Por qué, entonces, me abandonas cuando voy a desobedecer a la muerte
inexorable? ¿Cómo es que hemos dicho: “¡Ni aún los dioses están por encima de
la vida!”, y ahora te arrodillas ante la negación de la vida? Tú haz como
quieras, pero yo no bajaré la cabeza ante ningún ídolo aunque se presente
“justificado” por la fe en la razón.
5. Si la razón debe estar en función de la vida,
que sirva para hacernos saltar sobre la muerte. Que la razón, entonces, elabore
un sentido exento de toda frustración, de todo accidente, de todo agotamiento.
6. No aceptaré a mi lado al que proyecte una
trascendencia por temor sino a quien se alce en rebelión contra la fatalidad de
la muerte.
7. Por ello quiero a los santos que no temen
sino que verdaderamente aman. Quiero a los que con su ciencia y su razón vencen
a diario el dolor y el sufrimiento. Y, en verdad, no veo diferencia entre el
santo y el que alienta la vida con su ciencia. ¿Qué mejores ejemplos, qué guías
superiores a esos guías?
8. Un sentido que quiera ir más lejos que lo provisional no admitirá
la muerte como el fin de la vida, sino que afirmará la trascendencia como
máxima desobediencia al aparente Destino. Y aquel que afirme que sus acciones
desencadenan acontecimientos que se continúan en otros, tiene tomado entre sus
manos parte del hilo de la eternidad.
2 Fragmento de “Comentarios a El Mensaje de
Silo”.
“En casi todas las ceremonias están presentes dos
realidades que, tratadas explícitamente o no, muestran su importancia por los
profundos significados que tienen para la vida. A estas realidades, que admiten
diferentes interpretaciones, las conocemos bajo las designaciones de “la Inmortalidad” y “lo
Sagrado”. El Mensaje concede la mayor importancia a esos temas y explica que se
debe contar con pleno derecho para creer o no creer en la Inmortalidad y lo
Sagrado, porque de acuerdo a cómo se emplace una persona frente a esto, así
será la orientación de su vida.
El Mensaje asume las
dificultades de examinar abiertamente las creencias fundamentales, chocando con
la censura y la autocensura que inhiben al pensamiento libre y a la buena
conciencia. En el contexto de la libre interpretación que propicia el Mensaje,
se admite que para unas personas la Inmortalidad se refiera a las acciones realizadas
en vida, pero que sus efectos se continúan en el mundo físico a pesar de la
muerte física. Para otras, la memoria que se conserva en los seres queridos, o
aun en grupos y sociedades, garantiza la persistencia después de la muerte
física. Para otras más, la inmortalidad es aceptada como persistencia personal
en otro nivel, en otro “paisaje” de existencia.
Siguiendo con la libre
interpretación, algunos sienten a lo Sagrado como el motor del afecto más
profundo. Para ellos, los hijos u otros seres queridos representan lo Sagrado y
poseen un máximo valor que no debe ser envilecido por ningún motivo. Hay
quienes consideran Sagrado al ser humano y a sus derechos universales. Otros
experimentan a la divinidad como la esencia de lo Sagrado.
En las comunidades que se
forman en torno al Mensaje, se considera que las diferentes posturas asumidas
frente a la Inmortalidad
y lo Sagrado no deben ser simplemente “toleradas”, sino genuinamente
respetadas.
Lo sagrado se manifiesta
desde la profundidad del ser humano, de ahí la importancia que tiene la
experiencia de la Fuerza
como fenómeno extraordinario que podemos hacer irrumpir en el mundo cotidiano.
Sin la experiencia todo es dudoso, con la experiencia de la Fuerza tenemos evidencias
profundas. No necesitamos de la fe para reconocer lo Sagrado. La Fuerza se obtiene en
algunas ceremonias como el Oficio y la Imposición. También
en las ceremonias de Bienestar y Asistencia se pueden percibir los efectos de la Fuerza.
El contacto con la Fuerza provoca una
aceleración y aumento de la energía psicofísica, sobre todo si cotidianamente
se realizan actos coherentes que, por otra parte, crean unidad interna
orientada hacia el crecimiento espiritual.”