marzo 23, 2014

Eso que es gaseoso - Silo

 Charla de Silo sobre El Mensaje - Manantiales, Chile - 24-10-06


...Recién les comentaba, que cuando llegamos las primeras veces por acá. ¡Qué diablos! Veíamos los desniveles, la cosa... no había forma de arreglarlos, de trabajarlos. Y comenzaron a trabajarlo... y esa es la gracia... una de las gracias que tiene el lugar son los desniveles.... que han sabido cuidar y... aprovechar. ¡No, debería haber sido todo plano! ¡No plano, como una playa de estacionamiento, como un supermercado! ¡Está muy lindo y me parece que con los proyectos que hay, esto va a estar mucho mejor!
Venimos a ver la cosa y sobre todo a conversar, a charlar con los amigos. Hay algunos que son mensajeros, están en El Mensaje y otros no, pero que importa. Charlamos en términos generales. El Mensaje, como ustedes saben, no tiene ninguna organización, incluso por eso recibe críticas, por ser tan desorganizado (risas). Tampoco tiene un cuerpo, un cuerpo de ideas y demás, es gaseoso, es una cosita así como un humo. No pasa por las puertas, como nosotros, pasa por debajo de las puertas. Es un sistema de comunicación entre la gente bastante gaseoso sin organización, sin ningún tipo de reglamento y ahí va El Mensaje... Se va difundiendo en distintos lugares. Cuenta con unos elementos que ustedes saben, cuenta con un librito, de base, cuenta con un camino, que son unas pocas frases y con un conjunto de prácticas que son las experiencias, que nosotros llamamos ceremonias.

Entonces, con un librito, con unas ceremonias, con un camino... y estamos bastante bien, contentos. Y los demás que digan lo que quieran, que somos desorganizados, que no hay estructura ideológica, bueno somos gente tranquila, pacífica y vamos adelante. En seguida, en un ratito, vamos a hacer una de esas ceremonias que nos gustan tanto en la Sala. Así que, al que le gusten esas cosas, camina unos metros y se encuentra con la rareza (risas) y al que no le gustan esas cosas, no camina, se queda acá, se come los sandwichitos y todo bien. Y así es esta cosa. Por eso se dice que en El Mensaje hay libertad de interpretación; es decir, uno toma el librito, oye “esto que dice acá, que entiendes tú, yo entiendo otra cosa”, todo bien. Así no se puede avanzar. Cada uno entiende una cosa diferente. 

¡Estamos fritos! No estamos fritos, podemos conversar, podemos darle vuelta, eso tiene mucha gracia, esa cosa de libertad de interpretación. Segunda gracia: no tenemos organización. ¿Cómo se organiza la gente? Como se le dé la gana. Tenemos una especie de rudimento de organización que son las comisiones. Las comisiones se arman en los lugares donde tenemos algo, al decir algo, digo una Sala, una Salita, Salitas que hay en los barrios, un lugar de reunión que a veces nos prestan o a veces alquila la gente. Cuando tenemos un lugar a donde poder ir, a donde poder reunirnos, a donde poder explicar cosas, donde poder hacer esas experiencias, esas ceremonias, entonces se forma una comisión. La gente que forma la comisión es la que se encarga que la cosa vaya, la gente que cita a los otros, “oye que vamos a tener una reunioncita dentro de 10 días”. Gente que va y viene y conecta con otros, y san se acabó y no necesitamos más. Lugares como las salas, las salitas y esa organización mínima: la comisión. Siempre que hay un lugarcito hay una comisión. ¿Y que cómo se coordina? ¿Y qué tiene que coordinar tanto? ¿No nos conectamos acaso todos nosotros con nuestros amigos, que organización necesitamos para eso?
No se trata de los movimientos que tienen otro sentido, los movimientos sociales, las estructuras orgánicas; eso está perfecto pero... El Mensaje no necesita eso porque no se entiende a sí mismo, ni como movimiento social ni como estructura, ni como todo aquello, que sin duda son muy importantes. Porque si no existieran movimientos sociales y estructuras que a nosotros nos resultan afines, como las del humanismo por poner un nombre (risas), todo lo organizado quedaría en manos de los otros. Así que no tanto otro... En El Mensaje todo es así, un poco volátil, un poco gaseoso, le gusta, no le gusta, todo bien. Usted va a hacer ceremonia, otro se come los sándwiches y todo bien. (risas). Nada, eso, quería refrescar un poquito de que trata El Mensaje.


Yo creía. ¡No crea esas cosas! No hay mucho más, es así de simple, elemental, a la mano. Así que, esta conversación se agotó, no hay mucho más, cada uno hace lo que puede. Así que muy contento de poder ver a tanta gente amiga, muy agradecido, además, y en cualquier momento más nos vamos a comer los sandwiches a la Sala (risas).
 En 5 minutos vamos a hacer alguna experiencia, una ceremonia. La palabra ceremonia asusta. ¡Qué tanto susto! ¡La gente se pasa haciendo ceremonias en todos lados, que tanto susto! Suben la bandera, bajan la bandera... ¡Esas son ceremonias! Que tanto lío con la ceremonia... Echen una miradita y van a encontrar ceremonias en todos lados, no sólo del sistema, no sólo de los organismos del sistema, van a encontrar ceremonias en su familia, entre la parentela. Van a encontrar días de celebración, de cumpleaños. “Te deseo tal cosa”, que es muy correcto, pero si analizan bien, se parece a lo que hacemos nosotros, deseamos para todos lo mejor, deseamos que las cosas vayan adelante.

Y como progresa esto. No porque nosotros hacemos difusión. La gente se va enterando solita.
Van pasando cosas raras como las que les voy a contar. “Nosotros sabemos que ustedes, cuando hay un problema en la familia, hacen cosas lindas, interesantes, y que nosotros quisiéramos que ustedes vinieran a nuestra casa porque hemos tenido un problema con un niño que murió o con un padre”... y vamos y hacemos lo mejor que podemos, hacemos una ceremonia donde hablamos y donde no le damos tanta carga a la cosa de la muerte, todo lo contrario, destacamos que ese es un hecho que hay que superar de otro modo, donde ponemos a la gente en buen estado, en buena situación, porque claro el que se fue se fue, el problema son los que quedan y cómo quedan. Entonces nosotros hacemos ese tipo de ceremonias, ese tipo de experiencia, y a la gente le gusta mucho porque algo soluciona, porque la gente reconoce que es verdadero lo que estamos diciendo en esa situación que es triste, no todo es jolgorio, también hay situaciones tristes que hay que acomodar en la cabeza de la gente...

En una situación triste también hay algo que decir... Hay situaciones tristes y hay que acomodar en la cabeza propia y en la cabeza de la gente querida... y por eso, esa gente nos invita a que nosotros participemos en esos pequeños dramas que ocurren en todas partes en todo lugar. Nosotros con mucho gusto vamos... lo hacemos bien, desde adentro, la gente lo reconoce, la gente no es de palo, no es insensible, la gente reconoce muy bien eso, entonces no agregamos drama al drama, levantamos la cosa y todo bien. Ese es un tipo de cosas que ocurren con nosotros, con esos hechos desafortunados.

Nosotros llegamos porque la gente nos invita, entonces no necesitamos andar haciendo tanta difusión, ni poniendo avisos en los diarios. La gente se une a veces en esto que allá, hace mucho tiempo, en la prehistoria se llamó matrimonio (risas). La gente también quiere tener una relación duradera. Quiere que ese proyecto común siga adelante. Quiere formalizarlo de algún modo, no en el registro civil, no, y nosotros felices de la vida, hacemos esa ceremonia y la gente lo reconoce y todo bien y así tenemos muchas experiencias, muchas ceremonias de esas, y así va adelante El Mensaje, con su librito, con su camino y con su ceremonia... y que más hace, nada más. Por eso les quiero decir que esta conversación se agotó. En seguida nos vemos por allá.