La
acción coherente como dirección mental
Cuando
uno cotidianamente va haciendo acciones válidas, va en esa
dirección. Si no acumulas, en momentos difíciles tomarás la vía
fácil.
La
acción coherente trasciende, genera un centro que te impulsa a otros
caminos. Es trascendente de lo cotidiano.
El
trabajo sostenido, haciendo acciones válidas que trascienden lo
cotidiano, son acciones trascendentales, tienen gérmenes
trascendentales en sus venas. Esta construcción va a ir generando
una dirección hacia esos caminos que existen. Son estados mentales.
Hay
que entender que hay direcciones mentales. Están los caminos de
subida y los de bajada. Uno transita por distintos estados mentales.
Sin el yo no podríamos vivir, pero a veces es un impedimento.
Cuando
te dan un shock se produce una descarga eléctrica primero y luego
llega la adrenalina (por ejemplo, el susto),
la
descarga es eléctrica, es muy rápida, y te coloca en un estado
alterado. La tendencia es hacia el descontrol. Vivimos bastante
alucinados, se infieren cosas de más.
“Hay gente sencilla, que es buena gente, muy interesante la
dirección mental de esa gente. Gente que no cree, no participa, pero
es una buena persona. ¿Y si alguien no cree pero es buena persona?,
¿qué va a pasar con él cuando muera...?”
“Va
a tener un buen regalo, le van a dar una sorpresa...”
Es
un momento de proceso social, uno no es el culpable, es como que un
“manto de violencia y sufrimiento se ha posado...” y por proceso,
esto está pasando. Uno tiene que darse cuenta de que el estado que
vive algunas veces de violencia, etc., no es biográfico, es parte
del paisaje del momento.
Lo Humano tiende a desplegarse.
La
mujer
Su
acción en la historia es mayor que la de los varones. En la
prehistoria los hornos, los cuencos, las figuras de la fertilidad (la
Pachamama, la gota),
son
formas femeninas. Al fuego lo descubrieron ellas, ellas lo
conservaron. Al principio eran diosas, eran fuerzas de la naturaleza,
eran sacerdotisas.